sábado, 6 de febrero de 2010

Historias e historietas

Llega el cumpleaños de mediomelón, y amerita en este momento contar la historia de cómo nos conocimos y cómo empezamos nuestra historia.

Corría el año 2004 y yo venía mal, muy mal, pensando que nunca nunca nunca más volvería a estar con alguien, que nunca más estaría en pareja y, por supuesto, que si encontraba a alguien, obviamente, se trataría de un salame redomado del que me avergonzaría más tarde en reuniones familiares imposibles de evitar (tengo dos hijos que son un poco salvajes en cuanto a sus juicios, un pelín irónicos; pelín por poner una medida aceptable, pero la verdad, la verdad, son terribles), unos sobrinos bastante bravos y dos hermanos... varones.

Hacía un año había tomado una decisión, que mucho tuvo que ver con mi desilusión amorosa, y de la que no me arrepiento por varias cosas. Después de muchos años (muchísimos, me da vergüenza decirlo) de estar con una persona un tanto complicada (que vino después de la separación del padre de los criaturos), había decidido que era momento de hacer algo por mí. La pareja ya no daba para más, y se iba pudriendo todo, pero mientras tanto, decidí crecer un poco: me anoté en la facultad. Después de sentirme poquito más que una nada al lado de un todopoderoso señor (no le resto méritos, fue un todopoderoso generoso y, a su modo, una buena persona, hechas las reservas del caso, que no vienen al ídem), empecé a darme cuenta de que podía hacer muchas cosas, y de que no era tan nada.

No era ninguna péndex, ya tenía 39, pero bueno, atravesados por dos importantes fracasos amorosos, con todo lo que eso implica, además de dos hijos y poco laburo (ergo: poca guita).

Pero antes, tengo que contar la historia de Pesadilla. Es un (Verito dixit) "No Me Acuerdo el Nombre". De verdad que ahora no me acuerdo.

Conocí a Pesadilla a la salida de un boliche con el que había ido con mi amiga Claudia, después de dos años de no moverme de casa. Claudia esa noche se reencontró con el que hoy es su marido y padre de su hijo (ahijado de quien suscribe), Diego, a quien había conocido un tiempo atrás.

Pesadilla era un personaje fuera de lo común (ay, midió, siempre al lado de algún raro, yo...) que dio muestras de su locura apenas a los diez minutos de habernos conocido.

Cuando le dije dónde vivía, me dijo que me acompañaba. (Nunca supe dónde vivía él. ¿Dije que era raro, no?, ni con quién, ni de qué trabajaba). Lo cierto es que yo estaba en auto, y caballerosamente me dijo que vendría conmigo hasta donde yo quisiera dejarlo. Y así fue que, desde San Telmo, el muchacho viajó hasta Morón, donde gentilmente lo deposité (arriba de la autopista, nunca supe cómo volvió a su casa. No sabía dónde era, ya lo dije). Yo seguí viaje hasta Ituzaingó.

Y sigo mañana, para contar por qué lo terminamos llamando Pesadilla...

Gracias por el recurso, Verito. Esta historia continuará...

10 comentarios:

El Mostro dijo...

Argggg, em quedé con la incertidumbre!

Nadasepierde dijo...

Ahora quiero mas!

Anónimo dijo...

Pero la p!!! Más vale que no te cuelgues con el relato porque vuelvo a Bs As y te mato.

Dark Knight dijo...

Y yo me acuerdo como se llama pesadilla, pero por respeto a mi madre no lo diré acá, se lo voy a decir en la cara, asi se acuerda y le vuelven las memorias destructoras :D:D
Adoro ser malo :D

La candorosa dijo...

Buenoooooo!!! quien no se ha equivocado o ha estado con algún personaje de esos semi impresentables, que se evitan llevar a las reuniones familiares, al menos, para que no lo -nos- descuarticen con sus comentarios!!!

Y apure la continuación, eh!!!

Abrazazos!!

El Viejo @gustín dijo...

Jjajajja
Hay Mile, era previsible!!!!
a todos nos ha pasado, o lo hemos pasado...


un beso

Milenius dijo...

Mostro y Ana: ahí seguimos...

Halle: a Buenos Aires vení a tomar cerveza...

Dark Knight: ¡gracias por hacerme acordar!

Candorosa: ¡eso! ¿quién no ha salido con un impresentable? Ajjjjj...
Besos.

@gustín: ídem... qué querés que te diga...

Nick Risaro dijo...

Claro, todo fue por tu desilusión amorosa, no cuentes que entraste a la facultad porque yo te dije, total a nadie le importa eso no, claro, claro.

Milenius dijo...

Uy, midió, tenés razón...

E vero. Nico fue el que insistió en que esa carrera me gustaría.

Perdón.

besos culposos

Verito dijo...

Guau, qué bien viene esto!! MUERO por seguir esta historia, así que tengo que cortar este comentario para leer el otro post que continúa el relato... mil perdones, Milenius. Más tarde hablamos, eh? Jaaa! Chau.

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll