viernes, 14 de octubre de 2011

Densa

Se levantó temprano, con el único apuro de serle fiel a la costumbre, una vez más.

- No sabría decirte, dijo, y entonces para qué hablás, digo.

Estoy cansada a veces de ser yo. Soy extenuante para mí misma. Me hartan mis manías, mis miedos y que el flequillo a veces me haga parecerme a Calculín. Me cansa mi eterna paciencia para lo insoportable y mi ansiedad para tener ya aquello que merece ser esperado. 

Se cansa de que todo el mundo tenga algo para decir cuando ya tomó la decisión y está haciendo algo, y que todo el mundo calle cuando es evidente que no sabe para dónde rajar. La vida por el consejo acertado que no llega. 

No quiero querer para mí lo mismo que desea todo el mundo, y más de una vez no puedo zafar y me da odio.

No quiero ser mediocre, berreta, insulsa, patética, obvia, previsible; pero tratar de ser todo lo contrario es terriblemente cansador y no garantiza ningún resultado.

Cuando veo mis propios defectos en los demás me pongo como loca: "No puede ser que XXXX sea tan salame". Obvio, no puede ser que XXXX sea tan salame porque para ser tan salame estoy yo.

En google + me piden que dé una definición "para demostrar que eres Milena". ¿Qué otra cosa podría poner?: "Soy yo, lo juro. Además, ¿quién se disfrazaría de mí?".

Hoy vamos a ver a Clapton. Yeah.




 




miércoles, 24 de agosto de 2011

366

Esta es la entrada 366. Digamos que mi blog cumple un año bisiesto de entradas.

Están los que necesitan mucho para festejar, están los que necesitan nada y estoy yo, que me inventé un imposible tema de conversación y agarro y te lo cuento y no festejo un pomo, pero no me digas que el número en el título no te llamó la atención.

Pronto tenemos serie de recitales: Chilli Peppers, Eric Clapton, Peter Gabriel y no sé, creo que nada más, porque nos preparamos para el verano, la pile, las visitas a la nueva casa (ahí estamos, ahí estamos, construyendo). Lo único que me mantiene despierta por estos días es la posibilidad de la primavera y el verano.

Y sobre todo sobre todísimo, me preparo para que se termine este año de mierda.




No quiero ser injusta, porque estoy haciendo mil cosas, muchas que jamás pensé que alguna vez iba a poder hacer. Pero bueno, algunos aspectos, algunos días, superan a otros.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Cuentos de por estos días

Cuentan por ahí que hay dos tipos de pobres: los que viven en la India o en Sudáfrica, que son bellos, trabajadores, merecedores de toda la atención de los gobiernos y los organismos de derechos humanos; y los nuestros: pobres malolientes, vagos, castigables, incorregibles. 

Cuentan por ahí que todos debemos preocuparnos por aquellos pobres bellos, porque son los olvidados del planeta; y que los nuestros sí merecen bastante de nuestro desprecio y desconfianza justamente porque no se bañan, o no sé qué, pero tienen mal olor. Además, dicen por ahí también, que si no trabajan es porque no quieren. Que cuando alguien busca una persona que le corte el pasto, un albañil, un sereno, estos gronchos no quieren trabajar. O quieren, sí, pero piden barbaridades de dinero, o se quedan con el plan que, finalmente, pagamos todos. Cuentan que a nuestros pobres no habría que darles nada, justamente por vagos y malolientes. Porque no tienen cultura, como sí tiene el pobre de la India, que no toca una vaca aunque muera de hambre. ¿Sabés por qué? Porque tiene cultura. No como los nuestros, que no tienen (y por lo tanto no merecen) nada.


¿Será por eso el enojo de muchos por estos días? Porque quién te dice, por ahí dentro de mucho, el hijo pobre del más pobre de todos esos pobres un día levanta su casa con un subsidio que le otorga el gobierno, o termina una carrera universitaria y, aunque deja de oler mal, capaz se convierte en presidente y sigue gobernando pensando en los pobres.
  

martes, 17 de mayo de 2011

Cosas que me hacen detestable para muchos

- Detesto el idioma portugués. No hay manera de que lo soporte, me gusta muy poca música brasileña y estudiar portugués sería la última cosa que haría en mi vida. Perdón, vecinos, no es nada en contra de ustedes, simplemente, no se me da.

- Detesto a los que dicen que en Brasil la gente es alegre "y acá no".  Hacete ver: si vos sos un amargo, bancátela.

- Detesto el carnaval de Río, el de Entre Ríos, el de Catamarca y el de la isla de Belice. No sé, no me importa en absoluto, no me parece alegre, al contrario, me resulta un poquito depre. Los trajes son espantosos, todos llenos de lentejuelas y puaj. Sí me gustaba disfrazarme cuando era chiquita, pero esa es otra historia.

- Detesto a los que quieren apropiarse de las culturas de otros y olvidan por completo que ellos también tienen una cultura de la cual, si abrieran los ojos, podrían aprender varias cosas. Ejemplo: "En China respetan a los viejiiiiitos, no como acá". Te cuento que acá también existe una norma de convivencia que hasta hace un tiempo era socialmente aceptada y HASTA seguida por muchos. En lugar de admirar a los chinos (Dios los tenga en la gloria y Mao no los abandone) agarrá y cedele el asiento del colectivo a la señora esa que no da más de las várices y el colon irritable. No importa si te parece que la vieja tiene mal carácter o si le gusta la sodomía: es un tema de ella, y a vos, simplemente, te hace más mierda de persona darle el asiento sólo "al que te cae bien" o al "viejito con cara de tierno" (acordate de Etchecolatz cuando entraba al Juzgado, parecía un viejito tierno, así que, tené cuidado).
Otro ejemplo: "me compré este poncho en la Feria artesanal de Purmamarca. El sol simboliza la fraternidad, la luna simboliza el amor y la paz"... y cuando vuelven a su ciudad y llegan a una esquina no son capaces de dejar cruzar primero al peatón. ¿Sabías que hay una norma con respecto a eso? Releé el reglamento de tránsito: también es parte de tu cultura y tiene cosas repiolas, boló.

- Detesto a quienes dicen que en este país no se puede vivir y no se los ve nada pero nada mal.

- Detesto a los que dicen que acá a nadie le gusta trabajar, que los argentinos somos vagos y todo lo demás.

- Detesto a las madres que en lugar de decir "NO" a sus hijos en el momento adecuado (es decir, cuando se trata de poner límites), formulan explicaciones de diez minutos o más. Sabelo, querida: depende de la edad, pero apabullar a un nene de tres años con una explicación tan larga no sirve para nada, porque a los treinta segundos dejó de escucharte. Mejor decir "NO", y esperar a que pregunte "¿por qué?". Sé sintética y clara (para eso, tenés que tenerla clara vos).

- Si bien una de mis mejores amigas procede de la puerta del jardín de infantes, detesto las reuniones de la puerta del jardín de infantes. Una amiga dijo "No hay nada más fachista que un grupo de madres de jardín". Y la verdad, creo que tiene mucha razón: "- Maxi le pegó a Shonattan, poooooobre SSShhhhoony, ese Maxi pinta mal desde chiquito". Espantoso. Los pibes se muerden, se empujan, se detestan, y al rato son amigos otra vez. No te metás. Con Clau (mi amiga de la puerta de jardín) nos agarramos una mamúa importante con anís en un cumpleaños mío. Qué querés. Hacían menos diez grados, y volvimos a buscar a las criaturas bien contentas y tentadas de la risa. Por eso es distinto. 

- Voy a ser una vieja de mierda. Voy a ir a recitales hasta que muera (ya tenemos arreglado eso con Dave y Nick) y voy a putear cada vez que trates mejor a tu rottweiller que a tu abuela.

- Vengo re heavy.



 

domingo, 15 de mayo de 2011

La espera trágica

Hay situaciones que detienen el tiempo y la cotidianeidad, generan -aunque sea por unos cuantos días- nuevas rutinas y, como si todo esto fuera poco, nos ponen un cachito frente a la muerte.

Da susto, pero si hay compañía de la buena, el susto hasta puede transformarse en energía. Si la compañía es de 22 personas, y usted es dueño de una clínica, replantee su política de ingreso al nosocomio...

Fueron muchas nueve horas de cirugía (no sólo nueve, porque se multiplican por varias), fue mucho el temor y mucha la ansiedad, pero mediomelón ahí va, recuperándose.

Como todo episodio que forma parte de la vida, está cargado de diversos sentidos, de ternura y hasta de humor.


Daniel dijo "menos mal que terminó, loco, porque me estaba quedando sin chistes".


Si pica, mi amigo, hay que rascarse.


Campamento improvisado.



Usted está aquí. Asegúrese de no olvidarlo, por más que le dé el soponcio. O sobre todo por si le da el soponcio...


Vista aérea.



Comer, hay que comer...


Serie "Patas impacientes"










La nota de humor al fin de la larguísima jornada:  los donantes de sangre, uno (a la derecha de la imagen) que pasó la prueba sin problemas, y el otro, relatando cómo fue que se despertó en el piso (a la izquierda, ¿dónde más?).


El relato de los hechos




El bochorno



La injuria


Una fecha que quedará grabada en nuestros calendarios personales... y en una losa que justo terminaron ese día en casa...

miércoles, 30 de marzo de 2011

Alerta de spoiler: te cuento cómo termina esa historia



Si tenés un amante que te dice que pronto va a dejar a su mujer, que por ahora no puede por los chicos o porque ella es depresiva, ALERTA DE SPOILER: te está cagando, no va a dejar a nadie y la única perjudicada vas a ser vos.

Si tenés un amigo que sólo te habla si vos lo llamás, y que cada vez que le proponés verlo te dice "Esta semana estoy muy enquilombado, pero la próxima, seguro" y esa semana no llega nunca, ALERTA DE SPOILER: tu supuesto amigo no tiene el más mínimo interés en verte, buscate otro amigo o un perro.

Si tenés un marido al que no soportás y no te separás por los chicos o porque él es depresivo o porque vos sos depresiva y te da un cagazo bárbaro la soledad, ALERTA DE SPOILER: te compraste el título de infeliz, y encima lo vas a pagar en (carísimas) cuotas (obvio que esto vale también para hombres que tienen una mujer y etcétera).

Si tenés un jefe que te promete que pronto van a reconocer cuánto valés para la empresa y después sólo te lo reconocen con lindas palabras o ni siquiera eso, ALERTA DE SPOILER: no te van a aumentar nunca el sueldo, y si te lo aumentan dos pesos es porque el kilo de milanesas aumento diez.

Si te prometés una y otra vez que esta vez será la definitiva, que ahora sí vas a empezar con eso que tanto querés hacer y no cambiás ni las sábanas de la cama, ALERTA DE SPOILER: vas a terminar depresiva.

Si fuera tan fácil predecir algunos finales...

Pero no. Cuando uno mismo es el protagonista de la historia el apuntador se perdió, al guión se le cayó un litro de café encima, quedó ilegible y no sabemos cómo sigue todo, cuál es la respuesta correcta ni cuál la línea de texto que nos llevará triunfantes a caminar por la alfombra roja para ganarnos el "premio al no tan salame".  

Y cuando creemos (y esto es lo peor, che, porque se suponía que uno cumplía años y ganaba en experiencia, sabiduría y conocimiento, y parece que respecto de varias cuestiones no es tan así), cuando creemos saber no todo pero sí unas cuantas cosas, ¡zácate! se nos cae el decorado y en lugar de caminar relajadamente por el parque estamos en una persecución al más puro estilo Indiana Jones.

Lo bueno está en animarse a cambiar finales predecibles e inventarse algunas nuevas tramas para que no todo sea tan aburrido ni trillado, para salirse aunque sea un poquito hacia los márgenes del esquema nacer-crecer-reproducirse-morir.

Total, hay un final que nos sabemos todos. Y hasta que llega, hacemos lo que podemos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Un as en la manga

No sabemos de cuánta energía disponemos. Sería bueno, creo, un medidor, un tester, digamos, que nos permitiera saber, cuando nos estamos quejando (no doy más), si de verdad estamos agotados o si simplemente nos estamos dejando llevar por las ojeras que nos muestra el espejo.

Los días movidos nos obligan a bailar, y no saber de qué va el paso es un pequeñísimo detalle a la hora de salir a la pista, muchachos, y ahí vamos: a laburar, a hacer horas extra, a acarrear alguna que otra bolsa, a acompañar al médico a un amigo, a tolerar alguna que otra iniquidad por parte de un alguien que -querido o no- nos tira una bolsa de vegetales podridos encima de la bolsa que ya acarreamos. Y si de acarrear se trata, las cosas que ya traemos "por defecto" (los pequeños o enormes defectos de familia, digamos, que pesan y cómo) nos hacen funcionar a veces como una rueda cuadrada. Y sin embargo, ahí vamos, otra vez, y dale que va, y una más. Cuesta arriba o cuesta abajo, y como si de un sistema operativo de computación se tratase, cada día nos agregamos nuevas funcionalidades. No es joda. Yo todos los días bajo una versión nueva de mí misma, mal que me pese. Algo así como una monguis 2.0, ponele.

No sabemos cuánto podemos hacer hasta que empezamos a hacer. Bla.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sí, habemus fotus

Sí, había algunas de la inauguración del natatorio. Qué cosa, lo que hacen un par de cervezas...

O tres o más.

En plena obra





 Mi sobrina Daniushka


 Contenta

 La banda del Golden Rocket, o algo así.


 Dr. Nick

Pero qué disloque, vecina.

La negra Milenius

Sono ritornatto. He vuelto. Volví y no sólo no soy millones, sino que estoy cada vez más decidida a ser una sola, porque lo de la esquizofrenia nos estaba llevando por el mal camino.

Dos semanas de descanso, o más bien de otro tipo de cansancio, para volver completamente cambiada: sí, ahora soy negra. Para no andar por ahí diciendo "yo tengo una amiga negra", agarré y me volví negra yo, así hago un testeo de discriminación, y además, algunos de ustedes pueden decir "yo tengo una amiga bloggera negra". En principio había decidido volverme rubia y de ojos verdes, pero parece que para esto último tendría que haber nacido en Suecia, y que viajar a Suecia no alcanza para ser una chica Abba.



Una semana en casa. Ahora tenemos pileta, así que el primer día de vacaciones me metí con un colchón flotador, y como no hubo manera de que pudiera treparme boca arriba a la cosa esa sin perder del todo la dignidad, me acosté boca abajo durante casi una hora. Por supuesto, mi blanca palidez se convirtió en una ampolla rojiza y escamosa esa misma tarde, y a los dos días ya me estaba pelando.

El natatorio se llama Compañero Peralta, por razones que más adelante explicaré, y la inauguración oficial se llevó a cabo el día 23 de enero. No hubo fotos, porque no hubo gente sobria que pudiera sacarlas. Sí hay fotos del memorable día de la instalación (21 de enero), pero tengo un hijo que no las baja del i-pad de mi otro hijo (no soy tonta, sé bajar fotos, pero ambos hijos me dicen que si las bajo a esta compu se rompe la Internet o cosas así).

¿Saben ustedes lo que es una pileta llena con agua recién salidita del pozo?: un cubito de yelo. Eso es. Hubo paros cardíacos y reanimaciones varias, pero todos sobrevivimos gracias a las bebidas espirituosas servidas durante los diversos festejos y al asado que los perros no se robaron.

Para quienes dicen "pero quéhijade...", les cuento que tener una pileta era uno de los sueños de mi vida, que creo que hace aproximadamente cuatro años que venía postergando su cumplimiento por las más diversas razones (impuestos atrasados, heladera quemada, auto en estado de cuasi fundición, deudas y más deudas, ahora no que tengo que pagar esto, ahora no que tengo que pagar lo otro) y que disfruté infinitamente de mi Pelopincho mientras no pude tener otra cosa, porque en mi vida anterior fui pez, sirena o fósil submarino, no lo sé, pero amo tanto el agua que hasta me gusta lavar los platos.

Acá entra el compañero Peralta y también un cacho de emoción y agradecimiento, porque a su manera, tuvo que ver en parte con que yo tomara esta decisión. Si decidimos llamar al natatorio "Compañero Peralta" y no "Señor Peralta" como había pensado yo en un principio es porque, como no podía ser de otra manera, Peralta era peronista. En fin, algún día les contaré más sobre él.

El día que vinieron a instalarla imaginé tres millones de tragedias distintas: no vienen, me roban la plata que ya les pagué y no vienen; lloverá, todo el día lloverá, y vendrán a colocarla quién sabe cuándo; cuando la bajen, se va a romper; cuando hagan el pozo van a descubrir un dinosaurio vivo en el fondo de mi casa y van a venir TN y Susana y hasta Rolando Graña y no la van a colocar, y a mí que carancho me importa un dinosaurio vivo si yo quiero meterme a mi pileta; cuando la instalen se va a romper... y así y así. Nada de eso sucedió.

(¿Por qué Graña pone cara de misterioso? ¿O es de Top Model?)

Y después de esto, cinco días en el río Carapachay, en el Delta, con el fin de completar los requisitos para lograr la aprobación de negrura bajo normas ISO 90010 y ser una negra con todas las letras.

Cosa curiosa: la mayoría de la gente adulta no se baña en el río. Así como ocurre con muchos que van a la playa, que se retuestan planchados sobre la arena, la mayoría de los grandes evita meterse en el río: que el fondo de barro, que el pelo sucio, que las mojarras o que no sé qué, la cuestión es que el río está lleno de párvulos y Milenius (que tienen una parte que jamás crece), con la sutil diferencia que en el Tigre hace más o menos la misma temperatura que hace en la ciudad, o sea, te derretís. Un pecado, qué sé yo. 

Ya habrá fotos, porque las de Tigre serán a la vieja usanza: o sea, hay que esperar el revelado. Cosa antigua, ¿no? Pero salen más lindas. Y yo me olvidé la cámara.

viernes, 14 de enero de 2011

Clemente

Clemente sube al auto con dos bolsas.

Me cuenta que salió de Moreno muy temprano a la mañana y que viajó a dedo hasta Capital y que de allá volvía, a dedo también. Le digo que mucho no puedo llevarlo, que ya estoy cerca de mi destino, y responde que no importa, alguien lo levantará allí donde yo lo deje. También me dice que no hay que correr tras las cosas y que él siempre encuentra alguien que lo lleve o que lo traiga, y que no hay que andar tan preocupados. Me pregunta mi nombre.

"Dios la bendiga, a Milena y a su familia, y les dé trabajo y pan", murmura, los ojos cerrados y la cabeza inclinada. No sé por qué me vienen unas ganas de llorar después de escuchar esto. ¿Emoción? ¿Conexión con alguien a quien seguramente no voy a ver nunca más?

Clemente me cuenta cómo llegó a dedo hasta Colombia: "hice dedo y pedí agua. Agua es lo único imprescindible y lo único que pido por ahí. Comida se consigue haciendo algún trabajo". Y cita el Nuevo Testamento: "Mirad las aves del cielo que no siembran ni cosechan, y el Señor las alimenta".

De golpe un ser humano común y corriente como vos y como yo se convierte en emisario de mensajes algo esotéricos, ponele. Clemente, a esta inferencia mía la llama Dios.

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll