sábado, 24 de mayo de 2014

Idas y... vuelta

Estaba pensando en volver. Lo pienso siempre, aunque más no sea por escribir algo y pasar el rato. Mientras pienso en volver, se me pasa el día: trabajando, tratando de arreglar una cosa o la otra, de prender el fuego, de terminar todo lo que hay que hacer en una casa. Llegué a una conclusión: no se termina nunca.
Mientras tanto, insomnio. Insomnio de aquellos, de dar vueltas y vueltas, de levantarme y tratar de tomar un poco de frío para que la cama me atrape y no me den ganas de salir y el sueño vuelva aunque más no sea para abrigarme. Pero no, está complicada la cosa. Me levanto entonces, y vueltas y más vueltas, y sigo trabajando.
La otra noche pensaba en por qué no tengo rosas en el jardín. No tengo rosas así como no tengo sueño. Y me había salido algo bastante lindo, un pensamiento bastante simpático sobre lo que no hay: no hay rosas, no hay sueño, puedo soñar despierta que tengo rosas en el jardín, las rosas se envuelven en un sueño de rosales interminables de infinitas flores de muchos colores. Llegué a otra conclusión: no necesito LSD. Necesito dormir.
Fui a la Feria del Libro y traje un metro de libros. Kilómetros y kilómetros de oraciones que están esperando. Empecé (no fue fácil elegir) por Simone, de Eduardo Lalo. Hasta ahora, me alegra ese despertar constante (basta de decir insomnio, basta).

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll