jueves, 29 de enero de 2009

A toda máquina

Estoy trabajando muchísimo, hace mucho que no visito a nadie. Hoy me tomo este ratengue para escribir algo y, sobre todo, porque necesito parar un poquito la pelota.

Estoy muy cansada pero contenta porque el laburo viene bien, hay proyectos nuevos (por ahora en mi cabeza, pero bué... por algo se empieza), porque parece que hay algo que no hago tan mal, porque veo que alguna gente confía en mí y que no la defraudo.

Uno es siempre un poco injusto con los que lo quieren (qué feo decir "yo soy siempre un poco injusta con los que me quieren", así, con decir "uno" creo que me salvo, pero no), preferimos no creerles cuando dicen "hacés esto bien", "sos capaz". Recién los escuchamos cuando viene alguien de afuera (alguien a quien tildamos de "grosso" o "capo") y nos dice "qué bueno esto que hacés", o "sos capaz". Soy golencontra por naturaleza, pero a veces pienso bien de mí.

A veces parece que las palabras se me traban y un párrafo imposible (será el cansancio) pero al rato vuelven, están ahí con toda su carga de todo lo que quieren decir, y salen y arreglan lo que parecía inarreglable.

¿De quién es la culpa de tantas palabras que me salen de repente? ¿de mi papá, que no hablaba nada? ¿de mi mamá que hablaba hasta por los codos (todavía hay ecos en la casa...)?

De los dos y mía, supongo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Ciclo de cine Ojo de pez - Chivito veraniego

Si alguien quiere salir esta noche y no sabe qué hacer, aquí va una propuesta que no puedo no pegar. Viene de parte de Fernando Milsztajn (apellido indecible si los hay), crítico de cine, ex colaborador de HaciendoCine. Porque todas las semanas se esfuerza en ser más y más creativo al invitarnos a ir a ver cine del bueno.

"Quiero agradecer al señor Macri por su política cultural que -al ser nula- fomenta el florecimiento de los emprendimientos como el Ciclo de Cine Ojo de Pez.
Localidades agotadas, si señor! ÉXITO ROTUNDO (Rotundo es una palabra muy rotunda, no? Fijate: Rotundo! Está muy bien elegida. Algo parecido pasa con triturar, una palabra que, al pronunciarla, uno ya siente que está triturando).
Ahora el problemita: qué hacer si viene una persona más? Todavía no sabemos, pero tranquilos, estamos trabajando para usted. Y ya que estamos, disculpas por los errores (todos) que ya están siendo solucionados y no volverán a ocurrir. Está permitido el ingreso con almohadones propios, puffs o periscopios con espejo interior para ver la peli desde bien atrás.

Bueno, a lo nuestro. La Comediarte* de este miércoles es Wristcutters: a love story (2006), de Goran Dukic. ¿Alguna vez te preguntaste a dónde van a parar los suicidias? Esta peli tiene la respuesta. También tiene una historia de amor con humor sensible -ideal para mujeres-, una protagonista perfecta para caminar de la mano por una avenida -ideal para los hombres (Shannyn Sossamon, chusmeá sus fotos en google)- y una participación muy divertida de Tom Waits -ideal para los que gustan de los datos de culto.
El corto de antes de la peli es Medianeras, de Gustavo Taretto.

Sigue siendo en la terraza del CCM (matienzo 2424, y cabildo), sigue saliendo la bicoca de $ 5, y sigue sin suspenderse por lluvia.

Saludos

Fer"

*Comediarte: según el autor del mail: "¿Qué sería esto? Un nuevo género donde podríamos poner todas esas películas tan difíciles de catalogar, como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Perdidos en Tokyo o Amelie. Es uno de los géneros que más me gustan, y no sólo porque lo acabo de inventar. Si el género existiera, al lado de su descripción en el diccionario podría aparecer una foto de Wes Anderson. ¿Quién? El autor de Bottle Rocket, Vida acuática, Viaje a Darjeeling y Rushmore, la Comediarte de este mismísimo miércoles que -en mi opinión- es la mejor que hizo después de Los excéntricos Tenembaun".

Había una vez... un bosque

Esperemos que no tengamos que explicarles a nuestros nietos cómo era un bosque. Ojalá puedan verlo con sus propios ojos.
Para eso, una vez hubo una buena intención y se sancionó una ley que establece su protección en nuestro país. Lástima que esta ley nunca se reglamentó, y el desmonte continúa en muchas provincias, gracias a la falta de reglamentación y, claro, la indiferencia (en mi barrio le decían "la vista gorda") de sus gobernadores.
Greenpeace lanzó su campaña "Llamá a Cristina. Pará el boicot a la Ley de Bosques". Al costado dejo el teléfono en un banner. La idea es llamar a la Presidenta de la Nación y exigirle la urgente reglamentación de la ley y una política firme contra los desmontes. Después podés contar, en la misma página de Greenpeace, si te respondió y cómo lo hizo. La única condición que ponen -la idea, obviamente, es que la campaña surta efecto- es que, si lográs hablar, te dirijas con respeto (id. est.: no insultés, che!!!!!! ¡Qué tanto!).

domingo, 18 de enero de 2009

Me cansé de Lost, ¿y qué?

Sí. Lost me repudrió. Confieso que voy a ver el primer capítulo de la temporada que, según dice Página/12, empieza el 21 de enero. Pero la última temporada me hizo reir (por la ridiculez de las situaciones) tanto como las primeras me producían escalofríos, tan bien estaban pensadas.
El personaje que, particularmente, más me nervió esta última temporada fue Jack Shepard. Me cansaron su omnipotencia a lo bobo (quiso dirigir su propia operación de apendicitis o algo así), y me cansó su falta de expresión, que trataba de neutralizar sacando sus dientitos afuera, en un intento (vano, mi querido) de demostrar... de demostrar... ¡qué se yo qué quería demostrar! (ah, sí, ¿vio? yo, cuando me pudro, me pudro de todo).
Hoy, mientras tomábamos mate con Dr. Nick, pensé: ¿no será Jack Shepard el primo lindo de Manuk, el inolvidable personaje de Fabio Alberti en Todo por 2 pesos? Aunque sí, es cierto, no podía acordarme del nombre (gracias, Nick).

Las imágenes van con epígrafes, por si no saben cuál es cuál.


Jack Shepard


Manuk

Ya sé que las chicas se van a enojar...

miércoles, 14 de enero de 2009

Anécdotas veraniegas

I.
Embarazada y sus dos hijos, amiga de embarazada con dos hijos, amigo de la no embarazada.
Amiga de embarazada: Bueno, me voy a caminar con esta pancetuda, así hace algo de ejercicio.
Embarazada: bueno, chicos, ahora me voy a caminar con ella. Ustedes se quedan con... (y se dirige al amigo de la no embarazada) Perdón... ¿cómo es tu nombre?
Amigo: Nito.
Embarazada: Bien. Se quedan con Nito. Se portan bien, ¿eh?

Embarazada y no embarazada se van. Los chicuelos van al agua. Nito, al instante, se acuesta a dormir en la arena boca arriba.

II.
Los mismos protagonistas. La embarazada reúne a sus chicuelos (que están sanos y salvos, por suerte).
Embarazada: Me voy. Nos vemos mañana.
No embarazada y Nito (al unísono): ¡chau! nos vemos...
Niños de la no embarazada: nos vamos al agua, ma...
No embarazada: ¡no se vayan lejos!

Los chicos (esa raza aparte, que suele querer hacer siempre de las suyas, que trata de desobedecer cuanta orden se le da, inconscientes criaturitas...) se meten al agua. Un poco más lejos... y otro poco más lejos. Y por si Nito y madre están durmiendo, hacen el intento de ir un poquito más allá. Madre se da cuenta del hecho:

No embarazada: Mirá hasta donde se metieron. ¡Los voy a matar! (no te preocupes, si los dejás, tal vez el mar se ocupe de hacerlo en tu lugar). ¡¡¡Lolitoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!! ¡¡¡Lolitooooooooooooooooooooo!!!
(un placer la playa, mire...)
Nito ensaya el silbido infernal que parece que tan bien le salía cuando era un adolescente. Y le sale bárbaro: se dan vuelta cinco chicas, tres cocacoleros y cuatro vendedores de barriletes. Los pibes también se dan vuelta, sólo para seguir metiéndose más adentro...
A continuación (y después de un rato largo, largo), Nito se da cuenta de la escasa repercusión que tiene su llamado de la selva y va en busca de los niños. Desde lejos veo a Nito meterse en el agua hasta abajo de las rodillas y agitar su dedito. Los nenes, mucho más lejos, lo miran, lo escuchan. Pero en cuanto Nito se da vuelta deciden ir un poquitito más adentro.

¿Los nenes? Biennnn, gracias a Dios.

III.
Atalaya (viaje de vuelta). Un padre modernísimo entra como escolta de su nene de un año y medio más o menos, que maneja su zapatilla (esa con la que los pibes avanzan arrastrando los piecitos) en medio de este universo aparte que es Atalaya: camareras con jarras de café y leche hirviendo que atraviesan el local a mil tratando de servir a la multitud que se agolpa ahí adentro. Los clientes, por su parte, buscan mesas o corren a hacer cola para comprar medialunas o corren al baño. El nene avanza como sólo un nene de un año y medio puede avanzar: despacito. El padre, que va detrás, tan despacito como el nene, tiene tiempo de mirar su reflejo en los vidrios y comprobar que sí, que ese short y esa remera lo favorecen.
Cuando, finalmente, salen al enorme estacionamiento que hay en el lugar, el padre levanta al nene a upa con una mano y la zapatilla con la otra. Sigamos viaje, vieja, que nos esperan el Tito y la Moni para almorzar...

Con progenitores así, ¿me podés decir quién corno necesita enemigos?

domingo, 11 de enero de 2009

A la vuelta...

... de la esquina quedó esta semana llena de sol, acá estoy de vuelta, con la energía renovada (¿será "a medias"?, me queda otra semanita para algún momento de este verano, pero creo que sería injusta si dijera eso...).
El mar, como siempre, me deja con ganas de más, pero los días fueron tan pero tan lindos que si me quejo de algo, sería de llena.
Nadé, tomé sol (digamos que se me fue la mano, pero no por amor al tostado, simplemente, no puedo decir "basta de playa", no me entra en la cabeza perderme un minuto de mar), leí mucho, pensé mucho, tomé mucha cerveza (puff) y comí muchas rabas. Lo mejor de todo: en buena compañía.



Libros que leí: antes de irme, una joyita que me regaló Davu para Navidad: Cuarteto para autos viejos, de Miguel Vitagliano: cuatro historias que se entrelazan de una manera muy sutil; allá: La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares: Borges, en el prólogo, la calificó de perfecta, yo creo que es una pena perdérsela, y después de todo lo que se habló de ella, no creo que haga falta decir mucho más; Lo bello y lo triste, de Kawabata: me dejó una sensación muy extraña, mezcla de incomodidad e ignorancia de la literatura oriental (tengo que leer más, me pasó lo mismo con una de Kenzaburo Oe, Una cuestión personal); Diccionario del argentino exquisito, también de Bioy Casares: mucho humor puesto al servicio de los inventos lingüísticos de nuestros periodistas; El vizconde demediado, de Ítalo Calvino: una novela cortita escrita en 1951, una genialidad que pone al descubierto la parte buena de "los malos" y la mala de "los buenos", y la imposibilidad de ser totalmente piadosos o pecadores. Todo esto mechado con algunas partes de Una historia de la lectura, de Alberto Manguel ("su" historia de la lectura, una muy personal y plagada de buenas y bellas anécdotas) y Libros. Todo lo que hay que leer, de Christiane Zschirnt.

Algunas fotitos extrañas o estrafalarias:



Lucía voladora

No había forma de enganchar a Lucía enterita mientras saltaba en ese aparato. Finalmente lo logré, pero entre las tantas fotos que le saqué estaba esta, que me encantó:



Yo leo siempre así y me la banco...



¿Y qué te gusta leer?



Nos hicimos una escapadita a la quinta...



Amaretto, en Belgrano 1302, Mar de Ajó (exquisitas las rabas, abundante picada, ravioles caseros), un lugar donde comer cosas riquísimas, no muy caras, con muy buena onda y el plumero atento a la arena que se cuela hasta en los lugares más recónditos de cualquier mantel:





Al menos, Lucía quedó conforme:

viernes, 2 de enero de 2009

Me voy, me voy...

... por unos días a la costa, a tomarme un merecido descanso después de un año más que agitado.

Alegría, alegría.

Besossssssssssssssssssssss

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll