lunes, 8 de noviembre de 2010

¡Hijo del odio!

Murió un torturador. Y contra todas mis previsiones, no estoy contenta. Sólo espero que algún día haya podido verse al espejo de la manera en que lo propone este poema, que haya podido ver lo que de verdad era, que no haya podido escapar a sus ojos, que en algún momento haya tenido asco de sí mismo. Aunque sea por un rato. Lo dudo, porque algunos odios son más grandes que cualquier intento de autocrítica o de piedad hacia los otros, pero dicen que la esperanza es lo último que se pierde.
¿Qué nos pasará después de la muerte, no? En este preciso instante, de alguna manera, me gustaría muchísimo saber.


¡HIJO DEL ODIO! 


Torturador y espejo

Mirate
así
qué cangrejo monstruoso atenazó tu infancia
qué paliza paterna te generó cobarde
qué tristes sumisiones te hicieron despiadado

no escapes a tus ojos
mirate
así

dónde están las walkirias que no pudiste
la primera marmita de tus sañas

te metiste en crueldades de once varas
y ahora el odio te sigue como un buitre

no escapes a tus ojos
mirate
así

aunque nadie te mate
sos cadáver

aunque nadie te pudra
estás podrido

dios te ampare
o mejor
dios te reviente.


Mario Benedetti

13 comentarios:

Nick Risaro dijo...

Hay sentimientos encontrados entre la alegría de que no esté más y la bronca porque ni siquiera lo juzgaron, bah lo juzgaron e indultaron que para el caso es lo mismo.

Entre saber que ya no puede hacer absolutamente nada y pensar que no importa lo que le haya pasado nunca sufrió lo que sufrieron las familias que destrozó (ni podría haber comprendido ese sufrimiento).

Yo no le deseo el mal a nadie, pero como dice la canción "... un buen cáncer en los huevos para los massera y los galtieri..." no vendría mal.

Milenius dijo...

Amén.

:)

Marcelo Cafferata dijo...

No hay alegría en estas despedidas.
Alegría seguramente hubiese habido en los rostros de todos esos familiares cuyas familias quedaron despedazadas merced a estos señores que vinieron a "reorganizar" el país si hubiesen sido juzgados...

No hay alegria.
Porque en el fondo sabemos, Milenius, que vos nutris a tu post de cosas bellísimamente escritas, pero imposibles.

No creo que haya habido ni un sólo dia en que la verdad haya anidado en sus ojos, que se haya visto tal cual fue....
Quizás, nadie sabe, en el último minuto el rayo de la conciencia lo haya atravesado.
Quizás, contrariamente a lo que creemos, no haya podido dormir tranquilo ni un momento.
Quizás haya entrado en esa inmensa incógnita de la muerte y esté encontrando allí su merecedisímo castigo.

Quien sabe... no?

Santi dijo...

Pues yo creo que no hay nada. Tanto tanto que siempre han usado ese silencio - de la nada - a su favor. Y bueno, sobre lo de no alegrarse, es lógico, lo más sano que te puede pasar porque, ¿de qué serviría que él sufriera?, ¿ayudaría cómo? Igual sí, no sé. Cuando te postulas en contra de la pena de muerte la gente suele asociarlo a algún tipo de piedad o.... y a mí me parece lo contrario; si estoy en contra de la pena de muerte es para que sufra, para que sepa lo que hizo... al final son las consecuencias lo que te liberan, ¿no? Luego uno mismo; no sé.

Besos

Verónica Molina dijo...

Yo creo que estas personas justifican a lo Maquiavelo sus acciones (el fin sobre los medios) y nunca llegan a verse como son, ni lo que hicieron en realidad. Tiene que haber una negación tan grande, tan intensa, que las palabras para describir lo que pasó no tienen sentido para ellos, como cuando te hablan en un idioma que no conocés.

Hay dolores y tragedias provocadas por los propios hombres para los que no hay palabras. ¿Vos no sentís eso, como que no tenés cómo expresarlo? Para mí hay un límite imposible de saltar ahí, como un paredón que cierra la garganta.

Zippo dijo...

Si sirve como ínfimo consuelo, lo prefiero así que antes entre nosotros, suelto.

Milenius dijo...

Marce: es cierto, no hay alegría. Nos queda el espantoso recuerdo de lo que hizo, como para poder saber que nunca más queremos eso. Para que a cualquier atropellado al que se le ocurra alguna vez que algo de lo que hizo estuvo bien, podamos decirle NO.
Un beso y gracias.

Milenius dijo...

Ant: sí, mi querido, tal cual. Es la vida la que enseña, y es la vida, también, la que castiga. Yo espero que haya tenido algo de eso, porque no se puede hacer tanto daño y salir impune.

Besos enormes, y gracias por estar, siempre ahí... (aunque yo no tenga ganas de cantar).

Milenius dijo...

Vero: sí, no hay diferencia que explique algunas aberraciones. Y mirá que tuve ganas de "jugar" al festejo, pero la cosa resultó tan fuera de lugar como lo fue su vida...
En fin, dicen que el tiempo cura todo. No sé cuándo será que se cure nuestra sociedad de esta herida tan grande. Lo que sé es que, de muchas maneras, vamos por buen camino.

Besos gigantes.

PD: Me gustó mucho la imagen del paredón que cierra la garganta. De lo más gráfica. :)

Milenius dijo...

Zippo: sí, es verdad. Aunque no dé para fiesta, saber que no está más, de alguna forma, libera.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo creo que la voz de la conciencia nunca se puede callar, ni negar.
No ´se como habrá vivido este hombre (o tantos otros) con ese infierno a cuestas, ni que les pasará el minuto despues, si es que hay algo, si necesita ser amparado o reventado. Que las culpas se pagan, de alguna manera, se pagan, acá, ahora, despues, cuando sea o como sea, nunca se sabe, pero se pagan.

un beso

Anónimo dijo...

Yo creo que la voz de la conciencia nunca se puede callar, ni negar.
No ´se como habrá vivido este hombre (o tantos otros) con ese infierno a cuestas, ni que les pasará el minuto despues, si es que hay algo, si necesita ser amparado o reventado. Que las culpas se pagan, de alguna manera, se pagan, acá, ahora, despues, cuando sea o como sea, nunca se sabe, pero se pagan.

un beso

Juan Manuel Bulacio dijo...

Cómo juzgar el interior de alguien, aunque sus conductas sean horrendas?
Y que cantidad de cosas horrendas nos pasaron y nos pasan!
Cómo sanar las terribles heridas de la muerte, la tortura, el hambre, la injusticia, la indiferencia,el abuso, el odio y el rencor?
Tal vez, solo el perdón, la humildad, la misericordia logren algo. No lo sé. Quiero creerlo.
Un beso grande Mile. JM

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll