Hoy estoy viva. Quién sabe mañana, quién sabe si el tiempo, quién sabe nada...
Tuve broncas, hoy, que decidí dejar atrás, como se deja atrás lo indeseable.
Ayer falleció la mamá de un amigo. No importa que él tenga 50, yo sé muy bien que hoy se siente huérfano.
La muerte se apersona, cada tanto, y nos hace recordar que allá vamos, qué va...
El lunes, una mujer que en alguna época fue cercana a mí, alguien a quien casi llamé amiga alguna vez, decidió quitarse la vida.
Quitarse la vida, quitarse todo, quitarse de todo.
Dejar dos o tres cosas por ahí, que son recuerdos durante algún tiempo para alguien, convertirse en recuerdo, y luego en casi nada. Dentro de muchos, muchísimos años, nadie sabrá que hubo una mujer que parió a mi amigo, nadie sabrá que una mujer, un lunes 28 de septiembre, decidió quitarse.
Será por eso, no sé, que siento que es muy tonto morirse en vida. Dejar para después, siempre para después, como si importara tanto el después. ¿A quién le importa?
Dejaré para después otras cosas.
Para hoy, hay cosas más importantes. Este bello regalo que me hizo Cris, por ejemplo, que logró emocionarme muchísimo. Por el regalo, por la dedicatoria, porque viniendo de quien viene...
Eso y lo sagrado, la música. Lo único que uno puede regalarle al dolor de un amigo, lo único que puedo dedicarle a quien decidió quitarse todo y quitarse de todo.
10 comentarios:
jo, Mile, lo siento muchísimo. Nunca sé qué decir en estos casos.
Me alegro de haber puesto al menos un contrapunto a tu semana.
Besos...
Justamente, en estos días anduve pensando en la muerte y con lo arraigada que estoy a la vida... ella sabe que la respeto.
No importa la edad que se tenga, cuando nuestros padres parten, ¡¡somos huérfanos, si señor!!
Este abrazo virtual para usté, y para todos los que tal vez en este momento sientan el dolor del adiós de un ser querido.
Milenius....Lamento en el alma lo que pasó, qué desesperación pasará por la cabeza de alguien que decide no querer seguir viviendo...qué tristeza doble para los seres que amándola sienten que la vida no se las quitó, sino que fue ella quien decidió dejarlos. Ojalá puedan perdonarla...
50 años son muchos para aceptar la muerte de unamadre? Yo creo que nunca estaré preparada para eso....
Claro que estas cosas nos mueven a pensar que no hay que dejar nada para después....lástima que con el tiempo nos olvidamos....
Los muertos pierden. Y más si son muertos en vida.
Un abrazo.
- Hola, Cris: te entiendo perfectamente, uno se queda sin palabras.
Pero me has dado un alegronazo, ¡y vale mucho!
Un beso grande y gracias nuevamente.
- Candorosa: Hay tantas cosas de la vida que no logramos terminar de entender, ¡mirá si vamos a andar entendiendo a la muerte así como así! Desfachatada, que se presenta a la hora que se le ocurre...
Gracias por tu calidez de siempre. Abrazos así, ¡se sienten y hacen bien!
Un beso.
- Gla: desgraciadamente, no fue una sorpresa. En alguna parte uno sabía que la cosa no iba a terminar bien. Pero hay gente que decide no dejarse ayudar, que no quiere salir...
Con respecto a las madres que se mueren... ¿cómo se les ocurre, me podés decir? La mía se fue cuando empezaba a entenderla... Semejante desfachatez, no se la perdono así como así... :)
Un beso y gracias.
Mostro: ya lo dije yo varias veces. Usté tiene la palabra justa, ¿vio? Un beso y gracias.
Sin palabras, sin saber qué decir más bien; debiera importarle a alguien; de hecho ayer escribía algo, tal vez una continuación porque lo dice Nadie... contar tu dolor a alguien y que atraviese el mar... que vaya el mar hasta tu lado y... no valdría de nada... no cambiaría gran cosa, pero, no sé, ¿ves?
Besos
Cómo golpea la vida cuando se va. Porque se lleva un pedazo de ella misma, que habita en nuestros corazones, Mile.
Ant: es dejarlo ir un poco... no se puede cambiar nada, pero sirve.
Besos de domingo trasnochado.
Zippo: tal cual, con los otros nos vamos yendo un poco nosotros también. Abrazo.
Miles de veces pensé eso. Mi bisabuelo, que fue un hombre importante de la ciudad donde vivió, hizo lo mismo. Que lo llevó a hacerlo, no es entendible. Hay calles, biblioteca y colegios con su nombre, pero son solo un nombre sin contenido, ya nadie sabe, ni le importa, si fue feliz, si sufría, que lo llevó a tomar esa decision.
También pienso que nosotros, dentro de unos años, vamos a pasar de la misma manera, un tiempo seremos un recuerdo en nuestros hijos, quizas nuestros nietos. Y después, ya nada.
es la vida.
un beso
Ana: de verdad, es una cosa más que rara.
A mi me da impresión de solo pensarlo. Entiendo a quienes dicen "más valentía hay que tener para vivir", pero la sola idea del dolor que puede provocar pegarse un tiro, por ejemplo, me aterra.
Además de estar bastante aferrada a la vida (y cada vez con menos ganas de morirme). Por más que, en algunos periodos, diga y recontradiga muchas veces que me da bronca algo, o que nada va a cambiar, siempre tengo un pinchacito de esperanza.
Ni me daría, creo, para matarme.
Y sí, con suerte seremos un recuerdo para algunos...
Beso.
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