domingo, 11 de enero de 2009

A la vuelta...

... de la esquina quedó esta semana llena de sol, acá estoy de vuelta, con la energía renovada (¿será "a medias"?, me queda otra semanita para algún momento de este verano, pero creo que sería injusta si dijera eso...).
El mar, como siempre, me deja con ganas de más, pero los días fueron tan pero tan lindos que si me quejo de algo, sería de llena.
Nadé, tomé sol (digamos que se me fue la mano, pero no por amor al tostado, simplemente, no puedo decir "basta de playa", no me entra en la cabeza perderme un minuto de mar), leí mucho, pensé mucho, tomé mucha cerveza (puff) y comí muchas rabas. Lo mejor de todo: en buena compañía.



Libros que leí: antes de irme, una joyita que me regaló Davu para Navidad: Cuarteto para autos viejos, de Miguel Vitagliano: cuatro historias que se entrelazan de una manera muy sutil; allá: La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares: Borges, en el prólogo, la calificó de perfecta, yo creo que es una pena perdérsela, y después de todo lo que se habló de ella, no creo que haga falta decir mucho más; Lo bello y lo triste, de Kawabata: me dejó una sensación muy extraña, mezcla de incomodidad e ignorancia de la literatura oriental (tengo que leer más, me pasó lo mismo con una de Kenzaburo Oe, Una cuestión personal); Diccionario del argentino exquisito, también de Bioy Casares: mucho humor puesto al servicio de los inventos lingüísticos de nuestros periodistas; El vizconde demediado, de Ítalo Calvino: una novela cortita escrita en 1951, una genialidad que pone al descubierto la parte buena de "los malos" y la mala de "los buenos", y la imposibilidad de ser totalmente piadosos o pecadores. Todo esto mechado con algunas partes de Una historia de la lectura, de Alberto Manguel ("su" historia de la lectura, una muy personal y plagada de buenas y bellas anécdotas) y Libros. Todo lo que hay que leer, de Christiane Zschirnt.

Algunas fotitos extrañas o estrafalarias:



Lucía voladora

No había forma de enganchar a Lucía enterita mientras saltaba en ese aparato. Finalmente lo logré, pero entre las tantas fotos que le saqué estaba esta, que me encantó:



Yo leo siempre así y me la banco...



¿Y qué te gusta leer?



Nos hicimos una escapadita a la quinta...



Amaretto, en Belgrano 1302, Mar de Ajó (exquisitas las rabas, abundante picada, ravioles caseros), un lugar donde comer cosas riquísimas, no muy caras, con muy buena onda y el plumero atento a la arena que se cuela hasta en los lugares más recónditos de cualquier mantel:





Al menos, Lucía quedó conforme:

4 comentarios:

Nick Risaro dijo...

Le dejaron saludos al general cuando pasaron por puerta de hierro?

Milenius dijo...

sep... y nos hizo chau con la manito...

Anónimo dijo...

Nena, al fin le veo la cara a Rubén!!! jajaja...

Me alegra que hayas hecho todas esas cosas en buena compañia. Te digo algo, viendolos a ustedes, yo no pierdo las esperanzas.

Besos Cris con o son lipotímia!!!


Máx

Milenius dijo...

Lores: lo último que se pierde, lo último! Ay! me baja la presión, voy por unas rabas...
Besos

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll