jueves, 23 de septiembre de 2010

Usos (y abusos) de la cuchara

O  "Extraños pensamientos que vienen a la mente, culpa de una cuchara".

Oído en el tren: "Señoras y señores pasajeros, hoy vengo a ofrecerles, directamente de fábrica, este implemento imprescindible en toda casa: una docena de cucharas. Para el té, para el café, para la yerba, para el azúcar, para la chocolatada de los niños... Para revolver, para tomar la leche, estas cucharas de excelente calidad..."

El otro día leía que en la cultura mapuche el arte de quien tenía uso de la palabra se medía por cuántas oraciones distintas podía hacer esa persona con el mismo contenido. Este señor, sin lugar a dudas, se hubiera ganado un lugar importante en esa sociedad.

Este arte -la palabra- es, en definitiva, el lápiz con el que muchas veces dibujamos límites, y es, también (y como lo demuestra el caso del vendedor), herramienta de supervivencia (de repente me encontré preguntándome ¿cuánto podría yo hablar acerca de una cuchara?). Nuestra palabra es la forma en que explicamos y nos explicamos el (y al) mundo. 

Hay quienes dicen que a las palabras se las lleva el viento. Habría que ver si es tan así, porque es bien cierto que uno es esclavo de ellas. No importa cuánto insistamos con no haber dicho cosas que realmente dijimos: si hubo palabra hay trato. No es el meollo del asunto si el trato se cumple o no. Que una persona mantenga su palabra o la deseche marca para quienes la escuchamos la diferencia entre una persona confiable y otra que no lo es, entre un mercachifle del discurso y una persona decente.

Cuando era chica imaginaba formas para las palabras: redondas, triangulares, polígonos irregulares. Ahora imagino, además, que cada una es una pieza de un gran rompecabezas.

La palabra es un arma, con palabras nos armamos. 

19 comentarios:

Halle dijo...

Yo entre los mapuches sería un naboleti, porque la única forma que encuentro de decirlo es así: Sos una grosa.

geminis dijo...

la palabra es poderosa, y con ella podemos hacer y deshacer, cuando se usa con respeto es maravillosa.
un beso

J dijo...

Preciosa entrada, y no digo hermosa ni maravillosa.
Es un arma usada desde tiempo inmemorial y es un arma ahora en cualquier conflicto bélico usada directamente e indirectamente.
Más poderosa que un puño siempre, para el universo del lenguaje.

Creamos.

Besos.

Milenius dijo...

Halle: gracias. No es para tanto, pero gracias.

Beso enorme.

Milenius dijo...

Géminis: está un poco desvalorizada la palabra por estos días. Y es increíble la cantidad de cosas que uno puede aprender del otro sólo con escucharlo y mirarlo bien a los ojos al momento de dialogar...
Creo que podríamos evitarnos más de una desagradable sorpresa, ¿no?

Un beso y gracias.

Milenius dijo...

J: gracias, muchísimas gracias.
Sí, un gran poder, lástima que vivamos casi sin darnos cuenta, y busquemos reemplazarla más de una vez con violencia.

Un beso.

Zippo dijo...

¿Y la disertación sobre la cuchara?

Pucha.

Cris dijo...

El otro día le compré a un hombrecillo que iba en el tren un mechero. Y eso que no fumo...
Eso sí que es dominio de la palabra...
:)

Besitos!

Milenius dijo...

Zippo:

Para revolver en taza chica, para revolver en taza grande. Para servir azúcar en el mate que llevamos al picnic, para revolver bebidas con edulcorante, para degustar dulce de leche a la madrugada, a la luz de la heladera, para tomar seven up de a sorbitos si anduvimos con vómitos.
Y mil usos más, como por ejemplo: para amenazar al criaturo que no quiere hacer la tarea, para jugar a la botellita (si no hay botellita, ¿qué hacemos?), para atarse el rodete, para coleccionar (esto lo vi en una casa: una amiga tiene una colección de cucharitas de las más comunes a las más extrañas). Y la lista puede seguir.

Besos.

PD: Ya sé qué hacer si me quedo sin laburo.

Milenius dijo...

Cris: ¿sos compradora compulsiva de boludeces en el tren, como yo?
No suelo viajar en tren, pero en tres viajes que hice esta semana compré chicles, un cd limpiador de compacteras y dvd y les di plata a dos muchachos que cantaban folklore. Menos mal que no viajo todos los días, porque así no hay sueldo que alcance.

Besos enormes, me alegra mucho que volvieras por aquí.

El Viejo @gustín dijo...

y nos defendemos.

beso Mile

Vesper Lind dijo...

Mile , nada ma s que de escuchar a un vendedor escribis este post???? me matas Mile , estoy con Halle : sos una grossa

Verónica Molina dijo...

Jaaa! Buenísima la explicación de la cuchara! Es que el lenguaje no es una cosita de nada: sirve para explicarnos y explicar el mundo, como bien decís. Vender cucharas y libros, informes contables y tantas otras cosas.

Cuando me encuentro frente a otro que no entiende otro idioma más que el suyo propio (que yo no sé hablar ni en su forma más rudimentaria) me siento el ser humano más impotente del mundo. NUNCA me siento tan mal, tan nula... porque sin la palabra "yo no soy yo", directamente. Es muy difícil ofrecernos como somos hacia el otro sin palabras, ¿no? Es muy difícil...

Pobre hombre, hablar tanto de la cuchara... yo sólo por ese intento le hubiera comprado algunas. Porque para el café tengo, para la chocolatada también, pero para el yogur... para el yogur no sé, ¿eh? A lo mejor, un vendedor tan bueno me convencía de que me faltaban varias (hay TANTAS cosas para tomar con cuchara). ;)

Besos gigantes, Mile.

Anónimo dijo...

Claro que la palabra es importante! Eso de que a las palabras se las lleva el viento.. NO!!!!
Mas que eso, creo que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios.
Debe ser un buen ejercicio ver cuantas cosas se pueden decir de una sencilla palabra como cuchara!

un beso

Milenius dijo...

@gustín: y hacemos lo que podemos. Besos, vecino.

Milenius dijo...

Vesper: ja, gracias, pero juro que no es para tanto. Besos.

Milenius dijo...

Vero: ¡me pasa lo mismo! Eso de "Y en el principio, fue el Verbo" (así, Verbo, con mayúsculas) es bien cierto. El origen de todo: del mundo, de nosotros nombrándolo o relacionándonos con lo que nos rodea.
La verdad, el señor se merecía que le comprara, pero llegó la hora de bajar. Pero bueno, me quedé sin cuchara para el queso Finlandia... Otra vez será.

Besos.

Milenius dijo...

Ana: ¡tal cual! No creo en eso de tener que anotarlo todo todo todo. No digo que no sea necesario, pero, ¡cuánto más prefiero poder confiar!

Besos.

Virginia Prieto dijo...

la palabra siempre es un arma, se use como se use
y que se las lleve el viento...naaaaaaaaaaaaa

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll