No sabemos de cuánta energía disponemos. Sería bueno, creo, un medidor, un tester, digamos, que nos permitiera saber, cuando nos estamos quejando (no doy más), si de verdad estamos agotados o si simplemente nos estamos dejando llevar por las ojeras que nos muestra el espejo.
Los días movidos nos obligan a bailar, y no saber de qué va el paso es un pequeñísimo detalle a la hora de salir a la pista, muchachos, y ahí vamos: a laburar, a hacer horas extra, a acarrear alguna que otra bolsa, a acompañar al médico a un amigo, a tolerar alguna que otra iniquidad por parte de un alguien que -querido o no- nos tira una bolsa de vegetales podridos encima de la bolsa que ya acarreamos. Y si de acarrear se trata, las cosas que ya traemos "por defecto" (los pequeños o enormes defectos de familia, digamos, que pesan y cómo) nos hacen funcionar a veces como una rueda cuadrada. Y sin embargo, ahí vamos, otra vez, y dale que va, y una más. Cuesta arriba o cuesta abajo, y como si de un sistema operativo de computación se tratase, cada día nos agregamos nuevas funcionalidades. No es joda. Yo todos los días bajo una versión nueva de mí misma, mal que me pese. Algo así como una monguis 2.0, ponele.
No sabemos cuánto podemos hacer hasta que empezamos a hacer. Bla.
19 comentarios:
Es cierto, pero ocurre y ocurrió siempre y creo que el ser humano es tan permeable y se adapta tanto a lo bueno como lo malo que te preguntás de dónde se sacan las energías para seguir adelante!
Sabes que?... yo creo que siempre podemos más, aun cuando pensamos que ya no damos mas y que no soportamos ni un cuarto de lo que sea. Aun en ese momento, vamos a poder. Solo nos damos cuenta de esto despues que pasó un tiempo, y uno ve que se pudo, que todo se resolvió de la mejor manera, que salimos , como pudimos, pero salimos, y que no fue tan tan terrible como nos parecía. A veces, hasta nos reimos!!!!
Nada de monguis 2.0!!!
un beso
Ansina es. Hoy platicabamos acerca de eso durante la cena familiar.
Besos.
Cierto...después de cada "No puedo más", comprobamos que aún podemos mucho más de lo que nos creíamos capaces...¡Pero qué cansancio!
y ese medidor debería servir de prueba para que te den una baja laboral... uffff.
(Besitos)
Y si...es una sociedad "cansada". Si hiciéramos una encuesta (y por qué no hacerla desde el ICCAp?), creo que la enorme mayoría de la gente diría que está cansada. Tal vez porque falten otras palabras para definir mejor lo que nos provoca el sinsentido en que muchas veces parecemos vivir.
Pero, lo increíble, como dicen los comentaristas, es que siempre hay más energía de lo que se cree. El tema es dónde y cómo aplicarla. O guardarla. Un beso Mile!
Eso digo yo, Ali, ¿de dónde sale? Cuando estoy de vacaciones, me relajo tanto (por suerte, porque hay gente que no puede, ni de vacaciones ni nunca) pienso "Nunca podré volver a trabajar". Y cuando vuelvo, queja más, queja menos, engancho el ritmo de nuevo. Así, si me hubieran contado a principio de 2010 el plan bianual para mi vida (porque este año viene movido también) hubiera dicho "nooooo, queridos, ¿yo, todo eso? Ni un poco..." Y acá estoy.
¡Los seres humanos somos un misterio!
¡Besos!
Mostro: ¡Ah! Mientras recargaban energías. Bien hecho. :)
Besos.
Ana: Cierto, después, en perspectiva, todo nos parece extrañamente propio y ajeno al mismo tiempo. Veo cosas que me pasaron hace mucho, y es como verlas a través de un cristal, que supongo que será el paso del tiempo. Y me veo, pero un poco distorsionada, y me digo "¿esa fui yo?". Esa sensación, me parece, es universal, ¿no?
¡Besos!
Gla: ¡jajaja! tal cual. Eso digo hoy yo: mi dios, pero qué cansancio...
¡Besos!
Cris: ¡¡yo evitaría de todas las maneras posibles darle cualquier tipo de ventaja a los patrones!! Dejá que el téster nos quede para uso personal...
¡besos!
Juan Manuel: en este momento no tengo energía para sentirme cansada en sociedad, te lo juro. ¡Ya con el cansancio más mío del mundo tengo más que suficiente! Pero sí, algunas veces me pregunto cómo podemos aguantar tanta cosa... ¿Y cómo va a ser? Viviendo, no queda otra. Y solucionando el día a día, que es, en definitiva, lo único que tenemos: a nosotros mismos, hoy.
¡Besos!
A mí me parece que hasta que te das cuenta, lo que más miedo da es saber que ese tiempo de "hago de todo y no sé hasta dónde llego" se termina.
EN ALGÚN MOMENTO TERMINA.
Y se arma la hecatombe.
Yo lo he vivido. Pasé por el basta.
Y NO SE LO RECOMIENDO A NADIE.
Así que OJITO. Baja un cambio.
YNSCC: lo temo eso, lo temo, no te creas... En algunos momentos siento que viá estallar.
Lo tengo en cuenta.
OOOOhhhmmmm
¡Un beso enorme!
Las adaptaciones sobre las adaptaciones sobre las adaptaciones... yo no sé de dónde sacamos esa capacidad para sobrevivir a un entorno tan complejo (a veces es complejo, otras veces lo complicamos nosotros, ok). Y cómo hacemos para abstraernos de esas complejidades cuando hace falta, también... para poder acarrear además la nueva bolsa de vegetales podridos, ponele, y seguir impulsando la ruedita que nunca es tan redondita, mondo cane.
Si además pudiéramos dejar de quejarnos... pero, ¿ves? ahora me quejo de andar quejándome y "por eso estamos como estamos". ;-) El objetivo de esta semana será dejar de repetir la remanida frasecita "setoy cansada", ponele... y bajar dos kilos, clá. ;)
Beso grande, Milenius.
Quise decir "estoy cansada". O a lo mejor quise empezar YA MISMO a no decirlo. XD
Vero1: ¡Eso! ¿Por qué las mujeres nos adaptamos a tener que bajar de peso (siempre)? Vamos a adaptarnos a la pancita cervecera, o a los pelitos de más o...
Qué te puedo decir: a veces me canso de adaptarme. Y también me canso de escucharme, y voy de nuevo con "fuerzas renovadas", para volver a cansarme y así...
El único consuelo es decir "no doy más" cada tanto. Para seguir dando. Estamos todos locos, Vero, con o sin dieta. :)
Vero2: ¡Ahhhh! Pensé que me hablabas en clave... ;)
Ya lo planteo el mismisimo Darwin y si de mono llegamos a la version mongui 2.0 con la que nos formateamos, digamos, diariamente (o periodicamente): todo es posible!
Uno se adapta a todo. Mirando para atras, creo que a todos nos pasa, hemos hecho cosas completamente insospechadas, quimeras que creiamos imposibles, nos hemos cargado en las espaldas cosas propias y ajenas con una facilidad pasmosa y las hemos llevado adelante.
Despues sobreviene la queja y el lamento "boliviano" pero eso es otra historia.
Soy un quejadicto y me jacto de ello. Me encanta la queja como medio de expresión humoristico, ironico y sociocultural.
Y hasta quejandome he llegado a limites insospechados: hasta a armar un blog! Jua!
Hermano en la queja Cafferata, Zeus nos salve :)
Yo también soy quejosa, ya lo dije alguna vez, no soy "la hija de la lágrima". Soy la madre. La diferencia entre vos y yo es que vos te cagás de risa y sabés contar tus quejas para que todos nos caguemos de la risa igual que vos. A mí, cada tanto me sale un mal chiste...
Pero bueno, no me viá andar quejando ahora de que no sé quejarme como vos, porque ya nos iríamos al extremo, querido.
Uno puede formatearse hasta límites insospechados, e vero...
Besos, Marce! Y gracias por pasar.
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