miércoles, 15 de diciembre de 2010

El matoncito

El matoncito era progre pero se aburrió. Mientras el gobierno de Menem le dio de comer y le permitió viajar y comprarse dos heladeras nuevas, una planchita para el pelo y viajar a Brasil, decía que le importaban los derechos humanos, y que Menem era un hijo de puta. No está mal aprovechar lo bueno que te dan y criticar cosas de fondo. El matoncito lo hacía.
Cuando se fue Menem, decidió que la onda era lo latinoamericano y volvió fascinado de la Puna y la amabilidad de los aborígenes de nuestra tierra.
También se fue a Bolivia y a Perú, conoció las ruinas de Nazca y se impresionó, él que en algún momento había creído que las únicas ruinas que había en el mundo estaban en Europa. Habla mal de la conquista europea y dice "integración latinoamericana" cada tanto, critica el 12 de octubre, y dejó de llamarlo "Día de la Raza". Está perfecto. No hay razas, hay etnias.
El matoncito vio cómo comenzaba poco a poco la integración latinoamericana, y al principio le pareció divino divino. "Somos todos iguales", decía.
Un día viajó con un señor morocho y su hijito en el tren. Ese nene que en Jujuy le parecía "preciossssssssso, ay, me lo como", en su mente, de golpe, se tornó futuro pibe chorro y amenazó su pobrísima existencia de netbook comprada en cuotas y heladera menemista.
"Qué querés que te diga", repite a quien quiere escucharlo (son muchos por estos días), "a mí todo lo que tengo me costó un huevo. ¿Por qué no me regalan una casa? ¿Por qué no me dan un subsidio a mí? Yo no soy racista, pero estos bolitas y paraguas son todos vagos...". No tiene en cuenta que, a muchos, tener casi nada les cuesta un huevo también. O la vida.

Olvida, porque puede, porque le sale, porque se le da fácilmente, que sus viajes a Europa o Brasil del menemismo los pagábamos todos, pero claro, él no preguntaba, si al fin por una vez le había tocado disfrutar y los demás que hagan lo que puedan.

Olvida, porque puede, que hay gente que se caga de hambre desde hace mucho más que toda su mediocre vida, y se olvida de que esa gente también tiene derechos, y recuerda lo fácil que era poner una moneda en una mano sucia. Eso sí, olvida también cómo se indignaba y pedía que el Estado hiciera algo. La memoria es selectiva.

De golpe, en un almuerzo dice "pobres habrá siempre". Y se recibe de matoncito y sale a apedrear gente al sucio parque de enfrente de su casa.

20 comentarios:

El Mostro dijo...

¡CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP!
Excelente!

conozco a varios.

Besos.

El Mostro dijo...

Y primero.

Germán dijo...

Y si, hay muchos, demasiados diría.
No los justifica, pero en parte son el resultado del nefasto legado de la educación impuesta por gobiernos de facto y liberales.
Saludos.

Pau... Muna. dijo...

Excelente! No tengo nada más que agregar... últimamente están saliendo estos matoncitos por todos lados (mentira, no salen de ningún lado; siempre estuvieron por acá...), y la verdad cuando escucho ese discurso me indigno al punto de no saber qué decir, algo debería pero no sé hasta qué punto sirve hacerlo...
muchas gracias por poner en escrito lo que pensamos muchos!

Milenius dijo...

Mostro: ¡Gracias! Los hay por todos lados...


Besazos.

Milenius dijo...

Germán: ¡pero qué bueno verte nuevamente por aquí! Se te extrañaba...

Sí, es jodido, la cuestión es no andar por la vida disfrazado de algo que no se es, ¿no? Como para que todos tengamos bien claro de qué la juega cada uno.

Besos.

Milenius dijo...

Pau...Muna: ¡bienvenida! Y muchas gracias. Es verdad, como bien decís, siempre anduvieron por acá. Pero llega un momento en que no pueden mimetizarse más. No es sencillo hacerlo, estoy segura. Está bien, mejor saberlo.

Besos.

Abrujandra dijo...

Ay Mile...qué lo tiró...¿qué agregar?...nada.
Bello y exacto.

Milenius dijo...

Abruja: ¡cuánta parcialidad en un sólo comentario! :)

Besos y gracias.

Abrujandra dijo...

¿Te parece?
Es que denserio...lo releo y no hallo nada más excepto que estoy de acuerdo y que deberíamos matarlos a todos juaaaaaaaaaaaa

Zippo dijo...

No se puede acotar nada más. El estudio de cómo el matoncito llega a pensar como piensa hoy, es impecable, Mile. Te aplaudo de pie.

Verónica Molina dijo...

Hay matones en todos lados: en la izquierda, en la derecha, entre los falsos progres y entre los que añoran el voto cuota.

Cada vez veo más de ellos, Milenius. Andan revoloteando como las moscas, transformándose en plaga. Una plaga que siempre cree tener la razón y entonces tergiversa todo y no deja ver nada. Confunde, manipula y, lo que es peor, molesta a los demás. Una pesadilla, realmente.

Hermosamente escrito el post... y las ambivalencias de los que en el fondo no tienen ninguna convicción, pero a cada paso que dan se vuelven fundamentalistas de su nuevo capricho "ideológico".

Besos.

Milenius dijo...

Abruja: no, a todos no, che... si no, ¿con quién discutimos?
Besos.

Milenius dijo...

Zippo: ¡gracias! Un abrazo, amigo.

Milenius dijo...

Gracias, Vero: vos sabés que yo creo que viene bien para que muchos se saquen la careta: de progresistas, de justicieros sociales, de falsos predicadores de buenas intenciones (y si no, miralo a Duhalde, por ejemplo, que ahora aparece más apocalíptico que la Carrió).

Yo sé que muchos no estamos de acuerdo entre nosotros (nosotras somos un buen ejemplo de eso) pero queremos lo mejor para la gente (que venimos a ser todos, la verdad sea dicha) con la mejor leche del mundo.

Pero hay otros que se alimentan de ese fango bastante maloliente para volver a épocas más oscuras. Esperemos, por el bien de todos, que no ganen la partida.

¡Un abrazo, doña!

Marcelo Cafferata dijo...

Como fue que se me pasó este post?
Me habrá traicionado la memoria selectiva?
Eso que la aplico solo para temas clienteriles.... jua!

Dos palabras, Mile: Im-presionante.

Una fuerza arrolladora, y quien mas quien menos cada uno puede identificarse en esa dualidad que nos caracteriza como argentos.
Todos tenemos nuestra cuotita de matoncito, a veces, sólo que algunos hacemos el gran esfuerzo porque desaparezca, mientras otros se vanaglorian como pavo real, orgullosos de hacerla crecer dia a dia. Segun les convenga, no?

Anónimo dijo...

Creo, como Marcelo, que todos llevamos dentro un matoncito agazapado... terrible, pero real, aun sin quererlo, mas de una vez me escuché pensando algo así, aunque lo pude callar a tiempo... nada mas que para que no se note, y te lo digo con un poco de verguenza quizás.
Por suerte, uno va creciendo y aprendiendo, donde está lo real.
Me encantó tu post!

un beso

Milenius dijo...

Marce y Ana: exacto, amigos, creo que de eso se trata, de descubrir la viga en el ojo propio. No porque escriba esto no me pasan, a veces, cosas que se contradicen con lo que pienso que es mejor para mí como ser humano. Se trata de crecer, me parece, y no de anclarse en prejuicios establecidos. Lo importante, creo, es poder identificar actitudes o palabras que no hacen más que degradarnos a nosotros mismos...

¡Besos, gente!

Abril Lech dijo...

De estos conozco unos cuántos!!!!!!!!! Impecable!

Sebas dijo...

Buenas, paseando llegué a este puerto, buen triste y real post... Sin mucho por agregar, ¿sumergidos en la sociedad del individualismo y el olvido? Imagino que no somos pocos los que pensamos como vos, pero hacemos menos ruido...

Te sigo, salud!

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll