martes, 29 de diciembre de 2009

Nadar de noche

Hay un sonido como de plata, y los movimientos adquieren una cadencia que no tienen durante el día.

Nadar de noche es encontrarse con un río distinto, es percibir otros aromas y adquirir una nueva conciencia del cuerpo.

Me espera el río, para nadar de noche.

Los dejo por unos días.

Hasta la vuelta, y muy Feliz Año Nuevo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Este blog

Adhiere a la campaña "Por un año nuevo sin 'Felisa me muero'".

Recuerdo haberlo escuchado 45 veces en una noche, suficiente para que ya no sólo no me cause gracia, sino que me den ganas de revolearle un corcho en la oreja al que lo pronuncia.

El cuento es así (para quienes no lo conocen, extranjeros o no):

Un tipo en la cama, le habla a la esposa

- Feliz año nuevo.
- No es año nuevo, querido.
- Feliz año nuevo.
- ¡Te digo que no es año nuevo!

El hombre se da cuenta de que la mujer no entiende porque él no tiene la dentadura puesta. Se la pone y exclama:

- ¡Felisa, me muero!

Que se muera, nomás.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Mis más sinceros deseos


Amigas y amigos:

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. También dicen que ésta es una frase hecha, y se me ocurre que si alguien, uno, muchos, todos "la hicimos", mucho debe tener de verdadera.

Si nos quedan muchas cosas, luchemos para no olvidarnos de tener esperanzas por lograr un mundo mejor; si tenemos pocas, recordemos que todavía tenemos esperanzas, y que de ellas siempre puede nacer algo que nos haga mejores o que mejore nuestro paso por este mundo.

Tengo la esperanza de que todos y cada uno de ustedes guarden en algún rincón un lugar para los buenos deseos, para sí mismos y para los demás

Y guardo para ustedes mis mejores deseos:

- Que tengan amor y trabajo,
- Que sean felices.
- Que tengan muchos proyectos nuevos,
- Que se animen a los sentimientos sinceros, a lo bello y a todo lo bueno que tiene la vida.


Muy Feliz Navidad.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Estado de resultados

Se termina el año y todos, quien más quien menos, aunque intentemos evitarlo, llegado este punto del almanaque, nos ponemos a ver qué hemos logrado. 

Me recuerdo escribiendo los últimos posts de 2008 y los primeros de este año, y decidí volver para leerme, ¿qué quise para este año? ¿qué deseé? Y decía esto para Navidad, y esto para Año Nuevo.

También releo los comentarios que cayeron por esos días, y caigo en la cuenta de que hace más un año ya que Abrujandra (suspendida por ahora pero quién te dice) viene a visitarme y yo, de puro educada y bastante caradura que soy (por partes casi iguales), no sólo la voy a visitar a su blog, sino que este verano voy a ir a conocer(la-nos) en persona. Durante este año, aunque más de uno piense "no puede ser", nos hicimos amigas, compartimos alegrías y alguna que otra tristeza (de esas de las grandes). Como buenas mujeres que somos, también, nos hemos interrumpido chateando también para delirar con cualquier tema y volver, como quien no quiere la cosa, al original, y para sacar de él mil ramificaciones nuevas. Durante este año, algunos días sí, otros no, hemos chateado, nos hemos mensajeado y hemos hablado por teléfono varias veces, para llegar a la conclusión de que estaría bueno vernos, compartir unas cervecitas heladas, charlotear hasta altas horas de la madrugada y, como si esto fuera poco, ¡estar con ella para su cumple!

Pero como no sólo voy de garrón por la vida, también el año que viene, es probable que venga a casa a visitarnos "El Halle", como se hace llamar por estos días. El muchacho (que saca unas fotos buenísimas, algunas de las cuales aparecerán publicadas) se ganó un lugar en casa. Eso sí, es probable que alguna vez lo hagamos lavar los platos.

Un día golpeé una puerta -toc toc-, como pidiendo permiso para comentar en un blog indescriptiblemente bello, creativo; que es como un barco: me subí con la seguridad de que no me afectaría, para darme cuenta, al poco tiempo, de que no hay ninguna seguridad al navegar, y que puedo marearme, disfrutar de la frescura del mar, ir y volver, para nunca ser la misma persona al llegar a puerto.

A instancias de la creatividad de Ant, dueño y capitán de la nave, un día fui, junto con Cris, una de estas dos niñas insolentes. Y, también con Cris, compartimos cartel de voz para hacer el cuento de Laisla. Ant, que se la pasa haciendo regalos, se despachó con Mariposas sin red y, al menos a mí, me hizo emocionar hasta el lagrimón. Después de kilómetros de conversaciones por mail y agradecida hasta el tuétano por sus regalos, un día me animé a regalarle una estrofa.

Con los criaturos mayor y menor nos comunicamos también por este medio. Está bueno, porque ellos despuntan el vicio que todo hijo que se precie de tal debe despuntar en algún momento de su vida: criticar a la madre. Como saben que si me critican en persona reciben un zapatillazo, hacen uso de la tecnología y critican, sí, pero de una manera mucho más sencilla de encarar: haciendo clic en "Publicar un comentario en la entrada". Mi venganza es terrorífica y tiene un nombre: lavandina.
... ... ...

Así como soy varias cosas, también soy esto que muestro acá, y acá comparto con los que me leen todos los días o de vez en cuando algunos sueños, algunas tristezas y más de una bronca.

Decir "estoy contenta" es poco y parece demasiado simple, y a más de uno le sonará hasta pretencioso, a más de dos les sonará falso y a más de tres les importará un corno.

La verdad, no me importa.

Hoy tengo ganas de decirles gracias por este año compartido, gracias por las miradas, los comentarios y el tiempo dedicado.

Gracias por estar ahí.

El Estado de resultados da que está bueno, más bueno que el pan con manteca y dulce de leche, y en gran parte es gracias a ustedes:

Cirita y tu ternura a toda prueba,
Las reflexiones de Yola, Nano Barberán Zango y Antes Muerta que Sencilla

El arte y el pensamiento de ani.
Mi querido, amadísimo Davu y sus delirios  
El amigo Sergio Berton
Las tías chungas y su aporte a la salud mental de las mujeres
Carina, una de mis tres hijas adoptivas
La inefable Pirlusa de la Sapinonda
Mi vecino, el viejo @gustín
El arte de la elegancia de Mafa y Sabrina O.
Mi hermana de voz, Cris
Gurisa solidaria
Los relatos de Abril Lech
Mi querida, queridísima Lores
El increíble Ant (que no se pone verde, pero se transforma y me transforma)
La cocina de Germán
Las locuras de El Halle y las fotos Cr@zy flick
Los amigos de La Galpona
Mi querido, amadísimo Nick y su ironía a toda prueba
El Mostro (que, en definitiva, es mostro pero sensible)
La paz que me transmite Ana
La interminable sabiduría de UnSer
Markos  y, por supuesto, Pancho...
Mi querida Gla
El queridísimo Rapote
Verito y sus sesudas reflexiones
La Candorosa y su increíble capacidad de expresión
El alucinante arte de Zippo
La (también por ahora ausente) mordacísima Apalabrada
Los nuevos amigos de Chupitos; y Liz y Santi.

jueves, 17 de diciembre de 2009

A tirar la chancleta

No me refiero a revolear a las hijas mujeres por la ventana, por muy adolescentes que sean, sino a darnos el gusto de dejar a un lado medias, botas, zapatillotas y también, por supuesto, a la venerada chancleta.

Llegó el tiempo de andar descalzos por la casa, ¡vamos, jóvenes y jóvenas!, y así:

- Correr el riesgo de quedarnos pegados a la heladera, al ventilador o la tele,

- Resbalar en un inoportuno charco (no sé, de lo que sea: agua del deshielo de las nieves eternas del freezer, pis de perro, pérdida de agua del lavatorio, lo que se le ocurra, lector).

- Pincharnos con algún malparido cardo en el jardín.

- Ensuciar el agua de la pelopincho y brotarnos por ser tan nabos.

- Encontrar la aguja en el pajar (sí, si vas descalzo, seguro que la vas a encontrar encarnada en tu dedo gordo).

- Llegar al final del día con las patas bien mugrientas, y con la obligación de bañarnos (ay, midió, qué cosa, che).

Sí, todo eso, y todo lo que se les ocurra, pero...


¡QUÉ PLACER, DOÑA, ANDAR EN PATAS!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los "nuevos" brotes

Que la derecha anda desesperada por retomar el poder, ya es cosa sabida desde hace rato. Pero que eche mano de cualquier tipo de recurso es más que vergonzoso.

Macri es el nuevo brotado de la semana: defendió con uñas y dientes a su "nueva adquisición", Abel Posse, un ex funcionario de la dictadura al que no le tiembla ni un poquito la voz para decir que no sabe cuál es la cifra real de desaparecidos durante la dictadura (claro, si son cien, no es tanto; si son treinta mil, no le consta), o que es necesaria una amnistía "para todos", para "salir del problema gravísimo de una divisoria eterna. Es indudable que la muerte tiene que ser considerada de los dos lados (¿otra vez la teoría de los dos demonios?)  y tiene que haber una amnistía con la que podamos superar esto sin llevar toda la vida la situación creada. Esa es la idea, que es muy difícil de aplicar".

(Digo yo... ¿qué será "esto" para Abel Posse? Y también pienso, ¿los dolores se curan por ley? ¿las heridas se cierran por decreto?).
 
Macri dijo que su nuevo Ministro de Educación no tuvo nada que ver con la dictadura, aunque el tipo hizo gran parte de su carrera diplomática durante aquellos años. Está bien, lo defiende porque lo eligió, pero bueno, convengamos en que se fue de mambo.


Si no vieron la tapa de Página/12, por favor, no se la pierdan. Es más que gráfica del desesperado brote derechoso del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Un ajjco, tía.

Nota de color (o aclaración en clave de Sol): hay un grillo en la cocina, o dos, o grillos en estéreo, o un millón de grillos, no lo sé. Me gustan, ¿eh? Y no los pienso matar. Pero estoy a punto de enloquecer.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Edenor y un servicio a la comunidad

- EdenorbuenastardeshablaPablo¿enquépuedoayudarle?

- Hola, Pablo, llamo porque estamos sin servicio desde hace dos horas.

- Es que se rompió un transformador de media tensión cerca de su domicilio, acá dice que para la tarde o noche se va a restablecer el servicio; pero por la hora que es, seguramente sea por la noche. Le aviso por si tiene que salir a comprar velas...

- Gracias, Pablo, muy amable.

La próxima vez, le pregunto si ya es temporada de berenjenas; o si me conviene acelga o espinaca.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Quién te dice (premio para hombres)

Del otro lado del océano saben lo mal que la pasamos los pobres sudacas... Por eso Cris, en un arranque de bondad, ha decidido hacerme partícipe de un décimo de billete de la Lotería de Navidad (de España, por supuesto).


Había hecho una broma, pero temo haberme sobrepasado. Tiene razón Cris, sonaba feo eso de "los pobres sudacas". Empiezo de nuevo.

Del otro lado del océano también hay gente que me aprecia. Cris me ha hecho un regalo: una parte de un décimo de la Lotería de Navidad (de España, por supuesto).


Es un regalo de otro blog, alas de plomo, y para hacerme acreedora de mi parte (si es que ganamos) tengo que:

1) Linkear al blog que tomó la iniciativa: http://alasdeplomo.com/2009/11/14/regalamos-loteria-de-navidad-2009/ (hecho). Vayan ahí para ver cómo es la repartija (hay que dejar un comentario para avisar que uno ya está participando); aunque, de seguir repartiendo, mirá, vamos a quedar en rojo.

2) pegar la imagen del billete



(hecho)

3) y regalarles una participación a cinco bloggers más.

Como casi siempre reparto premios entre mujeres, esta vez, en un acto de arrojo, voy a repartir entre hombres:

- Halle (que, de estas cosas, sabe mucho, pero no sé si alguna vez ganó algo)

- Sergio Berton 

- El viejo @gustín

- Germán

- Mostro

(hecho).

¡Gracias, Cris!

Corregido, como corresponde.  Que sí hacía falta.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Me tienen repodrida (este post muerde)

- Los que se quejan de la policía coimera, pero a la primera de cambio (y a la segunda también) tienen el billetito listo para coimear a un cana si se mandan un moco en la calle.

- Los que se quejan todo el tiempo de TODO lo que hace el gobierno, y se bancaron como duques a Méndez x dos.

- Los que se quejan de todo lo que hace este gobierno, y se olvidan de que gran parte de lo que hoy sufrimos tiene sus raíces en gobiernos bien anteriores a este.

- Los que dicen que hay que olvidarse de la dictadura, que ya fue, y quieren hacer de cuenta que los problemas actuales empezaron ayer o antes de ayer (esto tiene que ver con los dos puntos anteriores). 

- Los que dicen que con la dictadura estábamos mejor.

- Los que creen que los que no queremos la pena de muerte estamos a favor de los chorros.

- Los que se quejan de lo poco que aprenden los chicos en la escuela y no son capaces de sentarse al lado de ellos para ayudarlos a hacer la tarea.


- Los que dicen "los libros son caros" y gastan miles en un celular, y después se quejan de que los chicos no leen.

- Los que dicen "es que la gente no tiene ganas de laburar" y pretenden pagar dos mangos con cincuenta para que alguien les haga cualquier laburo.

- Los que se quejan de la mala influencia que ejerce la televisión y la dejan encendida todo el día.

- Los que creen que Tinelli es inteligente porque supo hacer plata.

- Los que creen que Tinelli es inteligente.

- Los que creen que Suar es inteligente.

- Los que piensan que no hay futuro en este país, como si en otros la vida fuera un paraíso, y como si el futuro se construyera solito.

- Los que me dicen que vivo en el culo del mundo, como si el centro del universo fuera la ciudad de Buenos Aires (son los demás los que viven en el culo del mundo... al menos, para mí. Mi centro del universo es Ituzaingó. O "Tuzangóin", como decía Nick cuando era chiquito).

- La gente poco solidaria.


- Los explotadores.

- Los que me repudren.


Esto, sólo para empezar.

PD: Nueva entrada en ¿Por qué Adán no dijo "no"?

domingo, 6 de diciembre de 2009

Tristezas...

... que se sobreponen al asombro.


No alcanza con ver cartelitos prolijamente pintados para sobreponerse a la enorme tristeza que causa ver tan enorme capital tirado a la basura por unos pocos vándalos que gobernaron el país.






Todo esto es nuestro, era nuestro.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Adaptarse a la inseguridad

Ciertas seguridades están sobrevaloradas.

¿Qué es eso de querer estar seguros todo el tiempo?
No tengo ganas.
Quiero soltarme de aquello a lo que me aferro aún cuando hace daño.
Quiero no escuchar el pronóstico y olvidarme del paraguas.
Quiero no querer estar segura. 

¿A qué nos aferramos cuando queremos un trabajo seguro, una pareja segura, un pronóstico que acierte?
Para la mayoría de las cosas no existen los seguros contra todo riesgo. Creo que no terminamos de entender que tales cosas no existen, que finalmente cada día trae lo suyo, y que lo que nos hace fuertes, la única seguridad que tenemos es la de sabernos al pie para enfrentar lo que venga.

Si hubiéramos querido saber con seguridad si íbamos a caernos o no cuando aprendimos a caminar, no habríamos aprendido nunca.
No querer correr ningún riesgo implica encerrarse.
Y ni siquiera así...

Nada... que todo esto me lo digo a mi misma y nada más.


¡Nueva entrada en ¿Por qué Adán no dijo "no"?!

jueves, 3 de diciembre de 2009

Premios vienen, premios van

Cris me ha premiado. Y para acusar recibo del premio, tengo que memear y repartir premios.

Como es un premio femenino, chicas, preparen sus mejores pilchas y pónganse los ruleros o háganse la toca, y no me vengan a la repartija con la bolsa de la feria.



Esta no soy yo.


Me dijeron femenina y me dijeron inteligente. Bueno, no. A mi no, al blog. Pero bué, yo soy la dueña, así que agarro y me hago cargo.

Como dije, tengo que memear y repartir. Comencemos por el meme:

Meme 1)

Enumerar siete características sobre la dueña del blog:

- Soy hipersensible, lloro por cualquier cosa (snif, snif, gracias, Cris, ya estoy moqueando).
- Soy charlatana.
- Adoro tomar mate.
- No puedo resistirme a las papas, en ninguna de sus formas.
- Hice muchísimas de las cosas que juré no hacer jamás en mi vida.
- Soy muy trabajadora.
- Amo dormir la siesta.

Meme 2)

Abrir el cuarto fichero de la carpeta de imágenes, subir la cuarta foto y explicar algo sobre ella:



No hay mucha explicación que no haya dado ya, aunque tengo un post preparado con imágenes como esta.

Meme 3)
Nombrar diez cosas honestas sobre mí.

Ya dije siete. Van tres más:
- Soy honesta
- Puedo dormir encima de una roca
- Cuando estoy de mal humor, no me soporto a mi misma.

Se lo tengo que entregar a siete personas:

- Abrujandra (ya vas a volver)
- Candorosa (Feliz aniversario)
- Gla
- Sabrina O. (la más femenina de todas, disculpen, chicas)

¡¡¡Y se va el segundo!!!


Candorosa me regaló el Premio al Candor, y cuando me lo regaló me dijo cosas bellísimas que no voy a repetir porque me sonrojo. 
Vaya mi agradecimiento para una bloggera a la que admiro muchísimo (sobre todo por su labia: ¿puede alguien creer que esta chica habla más que yo? Pues sí, es cierto), y coequiper de http://evaserebela.blogspot.com/






¡Gracias a las dos!

lunes, 30 de noviembre de 2009

Olvidate

Olvidate del edificio de la vuelta de tu casa. Olvidate del portero, el ascensor y la reunión de consorcio.
Acordate de que tenés dos pies y dos manos, animate a subir, a trepar, a oler aromas tal vez olvidados.
Animate a mirar.
Volvete chico y date cuenta de que sos tan pequeño, tan pero tan...



 
Hay un texto de Eduardo Galeano que pone en (bellísimas) palabras ese sentimiento al que, los que no sabemos escribir y describir tan bien como él, le ponemos palabras tales como "increíble", "alucinante" o "imponente". O la gráfica expresión "no me alcanzan los ojos".

"Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.

Viajaron al sur.

Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.

Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de
arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue
tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó
mudo de hermosura.

Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:

—¡Ayúdame a mirar!"

Todavía tengo los ojos llenos de montaña; de, como dijo la hijita de Abrujandra una vez, "colores que no hay"; de majestuosidad e imponencia. También está esa sensación de saberme tan pero tan pequeña, un punto apenas en medio de este mundo maravilloso. Pero, al mismo tiempo, la de saberme parte de él, como son parte las rocas y los ríos, el pincho de los cardones y la sangre que brota.

Gracias por compartir este viaje conmigo.

Ayudame a mirar. 

Y en unos días habrá una yapa (no, alfajores no quedaron).

sábado, 28 de noviembre de 2009

viernes, 27 de noviembre de 2009

La Quiaca y Villazón

Acá hay más fotitos de mi viaje. 

Esta vez subimos más todavía, y nos fuimos a La Quiaca, y de allí cruzamos a Villazón, Bolivia.















Dos anécdotas "culinarias".

En Villazón no hay bares; y, muertos de sed, encontramos un lugar donde vendían pollo frito. Allí vendían gaseosas. Como R. detesta la Coca Cola, queríamos un agua mineral para él y una Coca chica para mi. "¿Van a comer pollo frito?", dijo la camarera. "No. Sólo queremos una coca chica y un agua mineral". "Coca chica no hay". "¿Agua mineral?". "No hay". Nos levantamos y salimos.

Un almacén, allá, con un cartel enorme de Coca Cola:

- Hola, queríamos una Coca Cola.
- No hay.
- Agua mineral.
- No hay.
- Agua tónica (dijo R., y yo pensé: "creo que se apunó mal").
- No hay.

Finalmente, a cuatro cuadras de allí, conseguimos un quiosco donde nos vendieron un agua mineral tirando a tibia. Algo es algo.

Vueltos a La Quiaca, y haciendo tiempo hasta la salida del micro, fuimos a la confitería de la terminal. Allí, dos teles gritaban a todo volumen para un público compuesto por tres personas: el mozo, R. y yo.

- Por favor, una Coca, un agua mineral y dos sandwiches de jamón y queso.
- No, sandwich no va a poder ser, porque la cocinera no llega hasta las 7 y media de la tarde.
- (yo, incrédula) ¿No hay sandwiches?
- No.
- ¿Algo para comer?
- Voy a ver qué consigo.

A su vuelta, el mozo nos trajo dos bizcochos de grasa enormes, la Coca y el agua.

Yendo para el baño, me cruzo con una heladera con puerta de vidrio. Allí descansaban, a la espera de una cocinera que supiera cortar fiambre y unos panes, un jamón de proporciones considerables y un queso que se veía exquisito.

Hay veces que uno tiene ganas de ser delincuente. Yo hubiera atracado la heladera con todo gusto.

De yapa, Juan Baglietto. Con esta canción me siento identificada. Cambiar corpiños por calzones y chicas por chicos, por favor.

martes, 24 de noviembre de 2009

Tilcara

Después de dos días en San Salvador de Jujuy fuimos a visitar Tilcara y decidimos que, al día siguiente, volveríamos a buscar un lugar para alojarnos allí.

Así que al día siguiente partimos con bolsos y bolsitos (¡ay, Dios! cómo me gustaría agarrar al que me dijo "hace mucho frío a la noche en Jujuy", ponerle el pullover y la campera de invierno que llevé y dejarlo al sol un par de horas, nomás, pa'que aprenda a callar) a instalarnos a 2.900 metros sobre el nivel del mar.
En el viaje, un heladero le hacía el verso a una maestra jardinera:

Heladero: Hace mucho que usted no viaja con nosotros.
M.J.: Es que tuve un problema el otro día, llegué tarde al jardín, y tuve una discusión con la directora.
H.: Pero usted se olvida de los que la extrañan, señorita, no puede dejarnos así...

(y diálogos parecidos durante casi una hora).
Mientras, veíamos estos paisajes por la ventanilla:




Apenitas bajados del micro fui a preguntar si podíamos dejar los bolsos en la terminal mientras buscábamos un techo, y ahí me encaró el heladero. Evidentemente el tipo estaba en todas.

Heladero: ¿Usted busca alojamiento, señorita?
Yo: Sí, señor.
H: ¿Y está usted sola, señorita, o está con alguien? ¿Cuántos son?
Y: somos dos.
H: Yo tengo un dúplex para ofrecerle, señorita.
Y: ¿Y qué comodidades tiene?
H: El departamento es para cinco, señorita, pero si van dos, los dejamos tranquilos nomás, no metemos a nadie más.
Y: (Gracias, pienso...): Ah, estaría bien, si es tranquilo...
H: ¿Tranquilo? Es más que tranquilo, está en frente de una plaza a la que casi no va nadie, porque no es la plaza principal. Está frente a la Iglesia, mire qué tranquilo.
(Le hago señas a R. para que se acerque, escuche y apruebe lo que para mi ya era un contrato firmado. R se acerca desconfiado, pensando que el señor heladero intenta levantarme).
Y: El señor nos ofrece un departamento.
R (cara de desconfiado): ¿Y es tranquilo el lugar?
H: Acá le estaba diciendo a la señora (de golpe cambió mi estado civil), que el departamento está frente a la iglesia. Es más, vea, está tan cerquita que si usted quiere tomar la comunión, el cura le da la hostia y lo bendice por el balcón, nomás.


Fachada de la iglesia, ahí nomás, frente a la plaza. Me fui sin la bendición prometida por el heladero.
No importa, la bendición fue ir allá


Y allá fuimos: una fachada muy particular, una puerta que cerraba con un candado desde afuera y con un simple pasador desde adentro. R. piensa que al heladero le prestaron la casa por unos días, y que pronto va a llegar el dueño a reclamarnos lo que es suyo, porque jamás firmamos un papel. Yo estoy tranquila. Si me quieren sacar, tendrán que hacerlo a patadas. Yo de ahí no me muevo.


Fachada de la casita. ¿No que es linda? Especial, como mínimo

Observen el balcón terraza, con parrilla (comimos un riquísimo asado, hecho por R.). Allí tomábamos mate por la mañana, mientras esperábamos al cura. No apareció ni ahí. Voy a reclamar. 


lunes, 23 de noviembre de 2009

Juan

No sé qué decir: por culpa de... gracias a... Lo cierto es que había pasado nada más y nada menos que la gran tristeza de Malvinas, y en las radios se dejó de pasar música "foránea", como decían los hdep de la junta milica. Y surgió con todo Juan Baglietto, a quien muchos ya escuchábamos desde hacía un tiempito atrás.


Yo lo seguía a cualquier parte donde fuera a cantar, y tuve el honorazo de ver a la gran banda que conformó con Fito Páez (cuando no hacía tantas pavadas) y Silvina Garré. Una noche tocó en el barrio de San Andrés, creo, y allá fuimos con Silvina, amigaza de siempre.

Por supuesto, al final fui a pedirle un autógrafo. "¿Cómo te llamás?" "Milena". "Qué lindo nombre". "A Milena, con cariño, Juan Baglietto". De más está decir que casi me hago pis encima. 

Juan Baglietto no es sólo Era en abril o De regreso, Mirta, por suerte, porque no son sus mejores interpretaciones.

Juan, como lo llamábamos todos en ese momento, no sólo tenía el pelo larguísimo (condición suficiente para que yo me enamorara perdidamente de él) sino también una voz que cautiva y emociona. Por si fuera poco, no es ningún tonto para elegir poetas. Uno de los más grandes, Jorge Fandermole, le "prestó" varias poesías que él supo y sabe interpretar como pocos. Como dice Baglietto: "hay algunos buenos poetas en el mundo, hay algunos buenos poetas en Argentina, pero el mejor es rosarino, y se llama Jorge Fandermole". Y no hay con qué darle, e vero.

Ayer fuimos a verlo al ND Ateneo.

Ya no tiene la melena de entonces (ni la de entonces, ni ninguna, porque está pelado), ya no es flaquito, ya no tiene 25 años, ya... Pero su voz sigue siendo perfecta.

"A mí siempre me da un poco de miedo esto -dijo-. Pero está bueno ver que estamos envejeciendo juntos".

Otra vez me emocionó.



 

 

Con Daniel Homer, un guitarrista de aquellos

domingo, 22 de noviembre de 2009

Apucinada II


No viajé muchas veces en avión, por lo tanto para mi, es toda una experiencia. Y dos despegues y dos aterrizajes en un día, es como mucho.











Escala en Salta, y espera: en Jujuy, después de seis meses de sequía, la tormenta es atroz. Por si esto fuera poco, a la hora en que tendríamos que haber llegado, en Jujuy hubo un temblor.

¡Despiértame, cuando pase el temblor!




Al día siguiente, el amigo Emilio (un amigazo que vive allá y nos mostró algunas de las maravillas de este lugar) nos llevó a la Cuesta de Lipán, en el departamento de Tumbaya. El camino es (como todo en Jujuy), en subida y serpenteante, y cuando uno llega a su punto más alto (el Abra de Potrerillos, nada más y nada menos que a 4.170 metros sobre el nivel del mar), el aire falta y la cabeza está embotada. Pero mucho antes de llegar allá, dos paradas, una en el mirador de León; la segunda en Purmamarca.



Mirador de León




Purmamarca. Las montañas, ahí mismito...


De allí, directo a la Cuesta, ¡que cómo cuesta!



4.170 metros sobre el nivel del mar

Bajamos hasta Salinas Grandes. Y tan grandes son, que todo está hecho de sal. Hasta la confitería:








Había un poquito de viento:



¿no me parezco a Capusotto?





Después la sigo...





sábado, 21 de noviembre de 2009

Apucinada (de vuelta) I

Bueno, gente, acá estoy de vuelta, tal como lo dice el título, "apucinada", vocablo inventado por mí para tratar de expresar (un poquito, un apenas) las sensaciones que traje de vuelta.

Apunada, porque de verdad que la altura, para alguien que, como yo, vive en la más completa llanura, y a quien el único accidente geográfico que se le presenta es el serruchito o el lomo de burro de las calles, la zanja, el montículo que deja en alguna esquina Edenor o Gas Natural; para alguien así, digo, estar a tres mil metros por encima del nivel del mar afecta bastante el físico: algún mareo, un poco de dolor de cabeza, cansancio. Pero, al mismo tiempo, encontrarse con la majestuosidad de la precordillera andina es algo fantabuloso, que alucina. Por eso también, alucinada; ergo: apucinada.

No me pidan corrección, no me pidan ilación, no me pidan chicha ni limonada ni hoja de coca. Tengo la cabeza llena de imágenes y los dedos se me trabucan al tratar de escribir algo.

Como no quiero poner un simple link a las fotos que saqué (que son muchísimas), tengo la idea de ir escribiendo algunas cosas poco a poco, porque no sólo el paisaje es impresionante, también lo son las historias de las que me fui enterando, y las anécdotas que recolectamos durante este viaje.

Pero antes, quiero responder a los comentarios que me dejaron, y agradecerles a todos los buenos deseos. Es evidente que cuando muchos ponen aunque sea un poco de energía para que algo se cumpla, se cumple; porque la pasé mucho más que bien.

Germán: las artesanías de Purmamarca, y de toda la provincia, me dejaron pasmada. Y recargada: estuve horas tratando de acomodar todo para que entrara más o menos en los bolsos que llevé, y no tener que alquilar un flete para que las trajera a Buenos Aires.

Sergio: la pasé bombísima, y traje cientos de fotos, que iré mostrando de a poco.

Yola: estoy rota. Subí, trepé, bajé, anduve en bici, caminé taaaaanto, que necesito vacaciones de las vacaciones. Pero tengo la cabeza limpísima, oxigenada. Y proyectos nuevos para mí.

ani.: mil gracias, acá estoy, y trataré de ponerme al día con la lectura de los blogs. Besos.

Candorosa: ¡caramba! la excusa del apunamiento a mí me sirve hasta cuando subo a un décimo piso. No deje de usarla, caramba, se la presto. ¡Besos, caramba!

Candorosa II: ¡caramba, no lo había notado!

@gustín: vine cargadísima de energías, de recuerdos y feliz. Un beso.

Dark Knight: a esa altura la pasé genial. Pero me apuné, sí. Besos. Por lo que veo no me extrañaron tanto. Gracias por la ayuda con el pedido de socorro.

Nick: no era terrible, es hermoso, sí. Pero ahora me hago un poco la canchera porque estoy en tierra firme, porque llevamos la lluvia a Jujuy (algunos nos dijeron que hacía seis meses que no llovía, otros nos dijeron que hacía nueve, y la tormenta fue muy fuerte), y mientras hacíamos escala en Salta (donde tuvimos que esperar más de lo previsto, justamente por las condiciones climáticas), en Jujuy hubo un pequeño movimiento de tierra. Un terremotito. Y gente que viaja a menudo dijo que el piloto "dio demasiadas vueltas" para aterrizar. O sea...

Mostro: traje muestras diversas en un "rescate arqueológico". Beso.

Lores: la pasé muy bien (y te traje regalito). Gracias, besotes.

Gla: no sé si por suerte o por desgracia hace ya tres años que tengo las vacaciones "circuncidadas", y a esta altura del año llego, tal como lo dije, con el cerebro frito. Así que, más que bien. Besos.

Cris: ¿viste lo que son esos bichitos? Y los reales no son menos simpáticos.

Nituni: ¿usted se refiere a hacer música con la quena, verdad? Pues traje una y no le pude sacar un p... digo... un solo sonido...

Y ahora sí, en la próxima entrada, habrá fotos. Paciencia, que recién las estoy bajando a la compu.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Cerebro frito - Ausente con aviso

Me voy por unos días, así que este blog cierra momentáneamente por vacaciones.

En realidad, estos días corresponden a la temporada 2008-2009, así que paren de envidiarme, porque el verano que pasó me tomé sólo una semanita. Sean buenos y deséenme buen tiempo y un nivel bajo de apunamiento, porque mi cerebro frito y mi neurona descangayada se van a descansar unos días a la puna jujeña. 






Si vuelvo más salame de lo que me fui, le echaré la culpa a la altura, a la pelota que no dobla y al ataque imprevisto de una llama (que llama).

lunes, 9 de noviembre de 2009

Felices fiestas

¿Desubicada, verdad? Eso te parece, pero si ya pasaste por la puerta de un supermercado, habrás visto los carteles: Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo. 

Ya no podés entrar a un súper sin que una guirnalda de bolas rojas y luces te golpee la cabeza, y pronto, muy pronto, demasiado pronto nos enfermarán el conducto auditivo con las espantosas versiones de villancicos que ponen para "alegrar" tu humilde paseo entre las góndolas.

Mientras vas pensando "un kilo de milanesas, media de huevos, pan rallado y una coca", en el camino hacia "los cárnicos" (palabra fea si las hay) te encontrás con (carísimas) nueces, (engordantes) panes dulces, (colesteróidocos) cachos de lechonazo congelado y (riquísimas) pasas de uva bañadas en chocolate.

Estamos en noviembre.

Y después nos quejamos de que las campañas para las elecciones empiezan con mucha anticipación.

Perdón, pero me tengo que ir. Se me hace tarde. No sé qué hacer de comer para Pascuas.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cosas que importan, cosas que no

Hay algunas cosas que, creo, deberían importarnos menos:

- Que un hombre deje la tapa del inodoro levantada. 
- Que tu medio melón se olvide del aniversario (lo mejor es decretar una semana de festejos a tal efecto).
- Dejar los platos sin lavar de la noche a la mañana (¿qué tiene de grave?).
- Planchar.
- Cenar panchos, patitas de pollo compradas, sandwiches.
- Dejar cosas sin hacer en casa para ir a tomar mate con un/a amigo/a.
- Estar de acuerdo con todo el mundo.
- La televisión.
- La moda.
- Que todo el mundo te quiera.
- Pretender tener razón siempre.
- Pretender ganar todas las discusiones.
- Que "ese/a" no te quiera. Ya va a aparecer algo mejor, y vas a cantar bingo.
- "Esas cosas aleatorias". Se trata de esas cosas por las que todos los días la tele y los diarios nos dicen que tenemos que estar preocupados, y que tienen mucho que ver con la coyuntura política y económica de a) los países que tienen un nivel de vida diez veces mejor que el nuestro, b) la gente que tiene muchísima plata. Como seguro que vos no sos una de esas personas, y segurísimo no sos presidente de un país así, dejá de darle bola a (según el momento histórico, pueden ser varias cosas): el precio del dólar, el riesgo país, la bolsa de New York, el índice Nasdaq, la suba de las acciones en Tokio, el efecto Tequila, el efecto Caipirinha y el efecto Mate amargo. Pase lo que pase con estos numeritos, vos mañana vas a tener que salir a laburar como todos los días y la guita te va a alcanzar hasta ahí. 

Al mismo tiempo, otras deberían ser cada vez más importantes:

- La palabra del otro y la propia.
- Escuchar a la gente mayor. Más de una vez es muy enriquecedor charlar con ellos, ¡y uno se entera de cada cosa!
- Escuchar a los más jóvenes. Tienen mucho para dar y muchas ganas de hacer cosas. Los adultos que se olvidan de que alguna vez fueron muy jóvenes y tuvieron dos millones de ilusiones por cuarto de hora van camino a convertirse en viejos de mierda. Es increíble la enorme carga de ternura que tienen los pibes, su necesidad de hablar, de tener y contar proyectos y, sobre todo, de un respaldo, aunque sea un simple "y dale, hacelo". Además, son muy divertidos; y si hablás desde el corazón con ellos, hasta el más rebelde se afloja y se prende a la conversación. 
- La buena educación.
- Preguntarles a quienes te rodean cómo andan.
- Bailar.
- Reirse de cualquier cosa.

Seguro que hay dos millones de cosas más. Agregá la que te parezca a la lista, así dejo de preocuparme por alguna boludez que seguro me ronda en la cabeza.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Nemat Safavi

"Nemat Safavi es un chico de 19 ó 20 años que está en la cárcel de Ardabil (Irán) desde julio de 2006, cuando tenía sólo 16 años. Fue condenado en septiembre de 2008 a morir ahorcado por ser homosexual (el gobierno iraní incumple así varios tratados internacionales en los que se compromete a no ejecutar a quienes cometan delitos siendo menores) y desde que se promulgó la primera sentencia y mientras llega la ratificación del Tribunal Supremo iraní, que parece inminente, ha sido sometido a programas de reeducación en el penal de Ardabil.

El de Nemat Safavi no es un caso aislado. Otras muchas personas se encuentran o se han encontrado en su misma situación. De hecho, desde 1979 el régimen de los Ayatollah ha asesinado a 4000 gays, lesbianas y transexuales en todo el país. Tampoco es algo que sólo ocurra en Irán, pues son 9 los países con penas de muerte sólo por ser homosexual y 70 en los que existen penas que van de la cárcel a multas y sanciones. Y, por si no hubiera motivos suficientes para reaccionar, tampoco son éstas las únicas barbaridades que se cometen en Irán, sino que éstas van desde mujeres lapidadas por haber sido violadas hasta niños de 8 años mutilados por robar pan.

Hay que hacer algo de inmediato. Los medios de comunicación y los Gobiernos, exceptuando el noruego, están tardando demasiado en reaccionar, pero ya hay numerosas organizaciones y miles de personas en todo el mundo que están denunciando el caso y que se han puesto manos a la obra para crear varias iniciativas que tratan de evitar éste y otros atentados a la libertad y dignidad de las personas, a los Derechos Humanos en general y a los de los niños en particular".





No es mucho lo que podemos hacer, y ya sabemos que injusticias como ésta ocurren a diario en el mundo, pero a lo mejor, por una vez, hay un tiro para el lado de la justicia. 


Se ha propuesto una campaña a favor de Nemat, llamada "los jueves por Nemat", que consiste en llamar o enviar un mail a la embajada iraní para preguntar por su caso, todos los jueves, hasta que se conozca la sentencia. 

Los teléfonos de la Embajada de Irán en Argentina son 11 480 21470 // 11 480 24821 // 11 480 26360.

Las direcciones de correo electrónico son embairan@hotmail.com // embajairan@fibertel.com.ar


También podés firmar acá una petición por su liberación (el botonito aparece además debajo de mi perfil), twitear su historia o unirte al grupo de Facebook de apoyo a Nemat, y ver algunas imágenes en el álbum en Picassa.  

Basta a cualquier tipo de fanatismo. 


 

jueves, 29 de octubre de 2009

A ver si empezamos...

Cuando uno está estancado, no debería preguntarse por qué no avanza, sino cuestionarse cuántas ganas tiene de avanzar y hacia dónde.

Juntar ganas de salir adelante, de hacer algo nuevo, algo bueno, algo distinto: es el deseo lo que nos mueve, y no la queja. Yo soy bastante quejosa, pero me cansé.

Cuestionar aquello que no nos convence, decirle "basta" a alguien, no son cosas sencillas. La rutina se empeña en encarnarse, y no hay que dejarla si implica dolor, molestias, falta de respeto por uno mismo.

Son días complicados estos, varias cosas nos han puesto "en una batidora". Y acá, entre vuelta y vuelta, ayer me encontré pensando "A ver si empiezo a tener ganas de avanzar".

sábado, 24 de octubre de 2009

Concierto subacuático

No sé cuántas dotaciones de bomberos ni cuántos especialistas en efectos especiales hicieron falta para simular una gran tormenta ayer por la noche, lo cierto es que lograron que Charly brindara "el primer concierto subacuático del mundo" (sic). Una sorpresa para su público, ¡y eso que el del cumple era él!

Qué chotos somos, no le regalamos nada...

Lo importante es que le salió perfecto: el agua alcanzó para que lloviera durante todo el show, y los rayos parecían reales; los vendedores estaban felices a la entrada (llegaron a pedir hasta 30 pesos por una bolsa de nylon con botonitos), y radiantes a la salida, cuando ofrecían no solo remeras alusivas "con la fecha, con la fecha", sino lisa y llanamente, "ropa seca".

Y lo cierto es que la sorpresa fue tal que nadie se enojó por su último delirio: bailar abajo de la lluvia tiene cierto efecto relajante y lúdico, y todo eso conformó, en definitiva, el escenario perfecto para un ritual tan primitivo como sagrado: el de una tribu de 30.000 personas, más o menos, homenajeando con el baile a algo tan vital como son el agua y, por supuesto, la vuelta del más grande. 

Emocionante.

miércoles, 21 de octubre de 2009

El loco de mi barrio

Cada barrio tiene su propio loco. El nuestro se llama Carlitos, y hace algunos años insistía en llevarme a bailar al Monumental de Merlo.

Ahora ("que casi no tengo dientes", dice él), ya no me invita a bailar, sino que cuando me ve llegar se para con los brazos en cruz delante de mi auto para que yo frene y le convide un cigarrillo.

No hay manera de hacerle entender que un día no voy a ser yo la que venga, que se va a confundir de auto, y que alguno lo va a dejar estampado en el asfalto. Dice "Sí, sí", pero todas las veces hace lo mismo.

Durante un tiempo iba de casa en casa pidiendo "algo de plata para el bondi, porque se murió mi tía y la velan en... (Hurlingham, Chascomús, Morón, dependía del momento)". Le contamos aproximadamente catorce tías.

A las pocas horas se lo veía caminar por el barrio, tambaleante y un poco borracho.

Él siempre dice que mis hijos están cada día más grandes. Él, detenido en el tiempo, cada día más y más desconectado de la realidad, sueña con hacerse rico cuidando autos en las puertas de los boliches en Navidad o Año nuevo. "Vienen montones de autos", dice, "me hago como una luca en una noche".

Mientras mis hijos crecen, él des-crece.

"¿Te acordás de tu mamá?", me dice.
"¿Te acordás que tu papá sembraba choclos? ¡Qué choclos que me daba don José...!"

Sí, me acuerdo.

Mientras yo crezco, y envejezco, él se instala cada vez más seguro en el trono del reino del pasado, y vuelve allá cada vez que quiere, dueño y señor de su territorio.

Carlitos vive en una infancia eterna, y parece no importarle nada de nada, además de hacerse rico en una noche.

domingo, 18 de octubre de 2009

Madres...

Algunos beneficios que las madres suponen para sus hijos (y no solo para ellos):

Cuando ustedes nacen, nos nace la paciencia. Pero ojito, que todo tiene un límite.

Durante la más tierna infancia, llevamos fuente de aprovisionamiento de alimentos incorporada.

Desarrollamos interesantes habilidades:
- predictivas ("te vas a caer... ¡te lo dije!"),
- curativas ("no es nada, no es nada"),
- de acarreo (no solo somos capaces de cargar un bebé durante horas, sino también todos los implementos necesarios para su confort, a saber: bolso con óleo calcáreo, pañales, perfumito, sonajero, mordillo, cambiador, algodón, toallitas, hipoglós; además de: andador, cochecito, osito, mochilita preferida).


Somos mucho mejores que una multiprocesadora: cortamos, picamos, rallamos, amasamos y cortamos, como decía la publicidad, sin pilas, sin cable, sin piedra.

Constituimos una inobjetable fuente de ingresos para psicólogos y psiquiatras, y su objeto de estudio para infinidad de trabajos científicos relacionados con la culpa, las psicosis, las neurosis.

Muchas felicidades para nosotras en nuestro día.

Uno de mis regalitos: 





En otro orden de cosas, la lectura de la nota especial sobre Charly García en Página|12 de hoy (mmm... lo lamento, no hay link, la actualización del suple Radar se hará recién a las 18), no hizo más que cargarme de pilas para tolerar la semana que entra, sabiendo que el viernes vamos a estar allá, en Vélez, para verlo (y parece que en buena forma, así dicen...).






Por el mismo precio, genial, Los dinosaurios; y además, ¡¡nueva entrada en este blog!!

jueves, 15 de octubre de 2009

Una cosa trae la otra

Fin de semana. Qué lindo es descansar.
Vas a acostarte a dormir la siesta un rato.
Recordás que no colgaste el pantalón que querés ponerte esta noche.
Vas al lavadero.
No. No lo habías pasado por el secarropas.
En el tender del lavadero hay repasadores, decidís doblarlos.
Los guardás.
El repasador que está en uso en la cocina está sucio.
Lo cambiás.
El gato te ve cerca del aparador donde guardás su comida y maúlla.
Cuando abrís el aparador te acordás de que dejaste la bolsa de comida en el auto.
La vas a buscar.
No le vendría mal un lavado al auto (nunca le viene mal al mío). Decidís dejarlo para después.
No, después no, porque le da el sol.
Abrís la manguera y lavás el auto.
Vas a darle de comer al gato.
Hay dos platos para lavar; mientras esperás que coma el gato (para que ningún perro se apiole y le morfe los solcitos y estrellas sabor pescado), decidís lavar los dos platos. Ah, y un vaso.
Suena el teléfono. No, no querés ningún servicio de emergencias.
Volvés a la reposera.
El perro (ofendido, quizás, porque no le dejaste morfarse los solcitos sabor pescado) aprovechó y se acostó en ella.
Lo sacás, pero hay pelos (quizás alguna pulga).
Vas a buscar un trapo para limpiar la reposera.
Teléfono.
Es mentira que me gané un auto, ya lo sé.
Volvés a la reposera.
Te olvidaste el trapo.
Lo vas a buscar.
Limpiás la reposera y te acostás.
Una moto en la puerta.
No, mi hermano no está. No, no está. No sé a dónde fue, no sé a qué hora vuelve. Sí, anoto, pará que busco una birome. ¿Un papel? Ah, sí, acá.
No, le repito que no sé a qué hora vuelve. Sí, le aviso.
Volvés a la reposera.

Ah, cierto, el pantalón que quería ponerme esta noche...



Y así, y así...

AVISOS PARROQUIALES (Como diría La Candorosa...)

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sábado, 10 de octubre de 2009

Feliz cumple, Davu

Alguien espera, abajo. Alguien que no sabe lo que está pasando.
Alguien, no sé, un transeúnte ocasional, alguien que busca el amor, un eterno perdedor, una florista, un colectivero, un taxista... pasan por la puerta de un sanatorio casi a la medianoche, y no piensan en lo que ocurre adentro.

No se detienen a pensar que hay alguien ahí, nada más y nada menos que a punto de tener un hijo.

Mientras tanto, para ella, el mundo está casi detenido en ese instante que parece eterno y que, de todas formas, pasa tan pero tan pronto. 

Algunas lágrimas, un ataque de risa, algunos gritos en la sala, dale, pujá pujá mi amor, vamos que ahí sale.

Al instante, alguien anuncia: "varón, a las cero quince". Y otro alguien (o el mismo, las voces se mezclan) pregunta (es la primera vez de todas las veces, de las miles de veces que alguien va a preguntar esto) "¿cómo se llama tu bebé?".

Y, en medio del llanto, de la risa y de las tres mil indicaciones que le dan: "ponelo a la teta", "agarralo bien", "así no", "a ver el papá, que ayude", "ahora dámelo que lo vamos a revisar", "tené cuidado", ella nombra a su hijo por primera vez. Juega (ya lo hizo una vez, y le gustó), y lo nombra, y prueba: él deja de llorar cuando escucha la voz de ella, al fin y al cabo, ya la conoce.

Pasa un minuto y lo traen de vuelta, mientras el dolor de hace tan solo un ratito se va convirtiendo, poquito a poco, en recuerdo (mi mamá decía que es porque nos olvidamos que nos animamos a traer hijos al mundo otra vez; creo que tiene razón, aunque no sé, porque mucho no me acuerdo :).

"¡Pero qué cacho de bebé, queriiiiiiiida!, ¿eh? cuatro kilos 20 gramos, 50 centímetros".

La noche en que se tiene un hijo es, por lo menos, extraña.

Ambos, 21 años más jóvenes


Tener un hijo es una experiencia que no deja, tampoco, de ser extraña, aun cuando se repite y se repite miles de veces al día (¿cuántos chicos estarán naciendo ahora, en este momento exacto, en todo el mundo?).

Es maravilloso y desgastante, cansador y vivificante. Todo al mismo tiempo.

Y el tiempo pasa volando...

En este exacto momento (uy, ya se fue) pasaron 21 años.

El amor siempre es extraño...

Un cachito de una de tus pelis preferidas cuando eras chiquito (cinta que lograste gastar, literalmente):




Sí, en la familia somos todos medio animalitos. Feliz cumple, Davu hoy sí.

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Y vos qué sabías...

con qué te ibas a encontrar...?



Bueno, che. Nada es perfecto.

Feliz NO-cumpleaños, Davu, hoy también.

Tomá, un regalito.


jueves, 8 de octubre de 2009

Festejos davidianos

El criaturo menor, Davu, cumple 21 años el sábado.

No es joda, loco, es mi liberación: voy a tener ya dos hijos mayores de edad, absolutamente capacitados para comenzar a mantenerme, preparados, listos, ya...

Así que van unos días de "Festejos davidianos".

Más allá de sentirme vieja y todas esas huevadas (de las que hoy ahora ya logro reirme, dentro de un rato, probablemente, alguien me encuentre llorando por los rincones mi juventud perdida, mis años mozos, mis hormonas revolucionadas, bah, la vida), lo cierto es que la vida cambia, las cosas cambian, los hijos cambian, se rebelan y crecen (mientras no se reproduzcan en mis dominios, va todo bien).

Lo cierto es que el mundo cambia.

Es el fin del mundo tal como lo conocemos, todos los días.

A ver, si estás sentado: el torso hacia la derecha, un apenitas, rapidito, mientras la cabeza va arriba, abajo, arriba, abajo, rapidito, rapidito, el torso hacia la izquierda, vuelta a la derecha, vamos, vamos...

Si estás de pie: un buen pogo con el jefe o algún compañero de trabajo.

No aplicar si el almuerzo consiste en sopa. No, al menos, con la taza o el plato de sopa en la mano. Después,  todo bien.



Feliz NO-cumpleaños, Davu. Felices últlimos días de dependencia. Todavía estás bajo mi jurisdicción. ja.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Ma

Hoy hubiera sido el cumple número 86.

86 años "no es nada"...

Ahora, diez de ausencia son como mucho...

Me quedan algunos consejos:

"A palabras hipertróficas, oídos peripatéticos"

"Ya que de todos modos vas a tener arrugas, tratá de que te queden las de la risa, y no las del enojo"

Heredé sus dos extremos: su predisposición al buen humor, y al malísimo. La impulsividad y algo de su energía inacabable (hubiera podido poner en funcionamiento una central atómica, pero no arreglaron honorarios...).

Una vez, y este es un recuerdo que compartimos con mis hermanos, no sé por qué, estaba enojadísima, y acuñó una frase insólita que hoy acompaña más de uno de nuestros diálogos:

"Cuando uno está ciego no ve nada"

Decirla y largar la carcajada (a pesar de la furia) fue todo en un solo momento.

Los chicos siempre me critican cuando como: dicen que mi comida se enfría mucho más rápido que la de ellos, que no saben cómo hago. El otro día, Nick quiso comer unos ravioles que yo había dejado. "Imposible, están helados. ¿A vos no te enseñó a comer la abuela? Porque a mí me enseñó, y yo no me olvido: 'empezando de afuera, para adentro, para no quemarse, y para mantener la comida lo más calentita posible'". ("ahhh", dije yo haciendo memoria, "lo recuerdo, para la sopa". A lo que Nick respondió "los conocimientos son extrapolables").

No fue extrapolable su sabiduría para hacer tortilla de papas. Jamás me salió igual. 

Cuando Davu tenía algo así como un año y medio, y lloraba y yo no podía más, ella se lo llevaba a su reposera con un librito de figuras de animalitos: "¿Cómo hace el perrito? ¿Cómo hace la vaca? ¿Y el gato?...". Al instante de estar con "lalá", "el pequeño criaturo", como ella le decía, se mataba de risa.  

Me acuerdo cómo lloré el día que me enteré de que la gente se moría... Y cómo me consoló diciendo "pero para eso falta muuuuuuuuuucho".

Al final, no fue tanto. No es tan larga la vida.

Será que hay que aprovecharla.

En eso estamos.

Algo de las muchas cosas que le gustaban muchísimo:

lunes, 5 de octubre de 2009

Extraño a Berenice

Nada más.
¿Volverá? ¿Con otro nombre, con otra imagen?

Yo creo que sí.
Por ahora, la extraño.

viernes, 2 de octubre de 2009

Hoy

Hoy estoy viva. Quién sabe mañana, quién sabe si el tiempo, quién sabe nada...

Tuve broncas, hoy, que decidí dejar atrás, como se deja atrás lo indeseable.

Ayer falleció la mamá de un amigo. No importa que él tenga 50, yo sé muy bien que hoy se siente huérfano.

La muerte se apersona, cada tanto, y nos hace recordar que allá vamos, qué va...

El lunes, una mujer que en alguna época fue cercana a mí, alguien a quien casi llamé amiga alguna vez, decidió quitarse la vida.

Quitarse la vida, quitarse todo, quitarse de todo.

Dejar dos o tres cosas por ahí,  que son recuerdos durante algún tiempo para alguien, convertirse en recuerdo, y luego en casi nada. Dentro de muchos, muchísimos años, nadie sabrá que hubo una mujer que parió a mi amigo, nadie sabrá que una mujer, un lunes 28 de septiembre, decidió quitarse.

Será por eso, no sé, que siento que es muy tonto morirse en vida. Dejar para después, siempre para después, como si importara tanto el después. ¿A quién le importa?

Dejaré para después otras cosas.

Para hoy, hay cosas más importantes. Este bello regalo que me hizo Cris, por ejemplo, que logró emocionarme muchísimo. Por el regalo, por la dedicatoria, porque viniendo de quien viene...




Eso y lo sagrado, la música. Lo único que uno puede regalarle al dolor de un amigo, lo único que puedo dedicarle a quien decidió quitarse todo y quitarse de todo. 




jueves, 1 de octubre de 2009

Leé bien lo que leés

La noticia aparece en el portal de Yahoo!, pero es de AP, periodismo objetivo, inmaculado e innegociado (?).

Se supone que habla de la internación de Mercedes Sosa en terapia intensiva, pero también "dice" alguna cosita más.


(clic para ampliar la imagen)


Les faltó decir "Ahora dicen que los desaparecidos habrían sido 13.000, o 5.000, 300 ó 1, qué más da. Los organismos de DDHH (que siempre rompen con estos temas) les adjudican a los milicos la muerte o la desaparición -o el afano de estéreos, no sabemos muy bien- a 30.000 disidentes que ahora están viviendo como reyes quién sabe en qué isla del Caribe, tomando sol y daikiris al compás de alguna bachata".

Pero qué turros del ort...


PD: espero que la Negra mejore pronto.


Cambiando un poquito el ángulo de la desinformación, acá tenemos otra joya (de Reuters) publicada también en Yahoo!


(clic para ampliar)


¿Qué gestos habrá hecho Hamas?

¿Gestito de idea?




¿El clásico "sumbudrule"?




¿sacó la lengua?





¿o tal vez...?




Ustedes dirán, yo me nervié un poco con la primera...

Me hubiera gustado que me dedicaran...

  • Cartas a Milena (obvio) - Franz Kafka

Algunos libros que me hubiera gustado escribir... Bueno, por lo menos los leí!

  • Rayuela - Julio Cortázar
  • El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
  • Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carroll