Lo que siento es que he tenido suerte.
A pesar de los tipos que a lo largo de mi vida han abusado de mí de distintos modos.
El vecino don R., que intentó toquetearme, el carnicero M., que logró hacerlo, o un pariente, que lo hizo delante de mi abuelo ciego.
A pesar de los que han ejercido violencia económica sobre mí, como mi exmarido, que se desentendió de sus hijos, enojado porque quise divorciarme. Cuando desapareció de nuestra vida, ofendido no sé por qué, fui al juzgado a pedir que lo buscaran, que lo citaran, que hicieran algo. Me dijeron que no podían hacer nada. Que si el tipo no tenía trabajo no había modo de exigirle nada. "¿Y por qué a mí sí me pueden exigir que les dé de comer todos los días? Si él se queda solo con ellos y los mantiene y los baña y hace todo lo que debe hacer un padre, filman Kramer vs. Kramer. Si yo los dejo, soy una basura". Catarsis en sede judicial. Que no sirvió de nada, por supuesto.
A pesar de la violencia psicológica que otro ejerció mucho más allá de cualquier límite que yo misma hubiera podido imaginar antes. Pero de a poquito, de a poquito, fue horadando mi cabeza y yo hacía todo lo que él quería. Dejaba de hacer todo lo que él no quería que hiciera. "Sos ingenua"; "No te das cuenta de lo que ese tipo quiere con vos"; "no te das cuenta de que me hacés quedar como un pelotudo".
A punto tal que cuando me dejó (por supuesto que me dejó, por supuesto que me metió los cuernos y se dio el lujo de dejarme), y después de dos años de duelo, lo que pude decir fue "y bueno, hay gente que pasó quince años presa". Yo, en cambio, había estado en libertad. Qué chiste.
A pesar de otro que sentía que tenía que ser dueño de mi cuerpo y me extorsionaba de distintos modos: "si pensás bailar, no voy"; "te mira mucho, vos no te das cuenta". El enojo. El enojo, la cara de orto, las peleas después, o antes, o durante. "No te pongas esto"; "ponete lo otro". Cuando le reclamé por qué, en lugar de defender mis tetas no me defendía de otro varón cercano que me había violentado, me respondió que esas "son cosas privadas". No como mis tetas, que aparentemente él sentía su posesión.
Y el silencio. Siempre el silencio, de chiquita, porque si lo contaba, alguien sufriría. Porque si lo contaba, la solución hubiera sido que no saliera más, o que hubiera un dramón familiar. Y si hablaba de grande, "Ah, pero vos sos tonta". Como si una se dejara abusar por pura tontera adolescente, de estar enamorada ciegamente y pudiera manejar sentimientos, dolores y abusos así como así.
Así y todo, parece que tuve suerte.
Hasta hoy he llegado a casa "sana y salva".
Hasta hoy nadie me incendió viva, ni me ahorcó hasta matarme, ni me tiró ácido, ni me violó hasta hacerme morir de dolor.
Yo no digo que no haya mujeres "locas".
Yo no digo que no haya minas que mientan.
Yo no digo que no haya mujeres asesinas, o violentas, o malas.
Yo no le creo a cualquiera; el "yo te creo", funciona si puedo verte la cara, hermana, y puedo sentir que me identifiqué con vos, puedo sentir que en un punto nos tocamos el alma en cierta empatía del dolor, por llamarla de algún modo.
Yo no creo en los escraches que a diestra y siniestra aparecen en las redes.
Yo lo que digo es que falta mucho.
¿Qué es lo que falta? ¿Más policía? Pues adelante con eso.
¿Echar policías corruptos, cómplices de trata de mujeres? Pues sí, vamos, hasta la última consecuencia.
¿Educar mejor? Vamos, pero ya.
¿Más juezas que entiendan de qué va la cosa? A esta altura de la vida, creo que ninguna mujer ha llegado a la adultez sin haber sido abusada nunca. Pues, mujeres de esas, que sepan de qué se trata y tomen decisiones y dicten sentencias.
¿Más jueces que sepan que las mujeres no estamos para ser manoseadas, violadas, quemadas, mutiladas, golpeadas, abusadas psicológica, física o económicamente? Pues debe haberlos. Y si no, hay que educarlos. Pero hoy.
Una mujer por día
murió fue asesinada este año. No importa si se habla del virus de no sé qué y de la separación de mongo y pichonga. Hablen de eso si quieren.
Pero hablemos de esto otro, y con urgencia.
No estoy tranquila. Pienso en mi nuera, en mis sobrinas, en mis amigas, en mis compañeras de estudio; si habrán llegado a casa, si no se habrán sarpado con el alcohol y pueda pasarles algo horrible, o si no se sarparon con el alcohol y pueda pasarles algo horrible de todos modos; y por supuesto pienso en mis hijos, ambos varones, y que creo hombres de bien. Espero que lo sean.
¿Por qué no puedo saber que llegaremos todas a casa sanas y salvas? A pesar de todo lo que ya nos han hecho. A pesar de todas las que ya no están.
Si siguen faltando mujeres es porque estamos haciendo todo mal.
En este link, detalles sobre mujeres y niñas asesinadas; violentos sueltos y demás. ¿Hasta cuándo?
https://www.minutouno.com/notas/5087161-femicidio-la-quiaca-una-chica-fue-encontrada-colgada?fbclid=IwAR3tcnSitTaGuhDbw5_cSQNBP_s0lm5qYWUwcwV2F00MVHjqfu2sUBVyQgk?fbclid=IwAR3tcnSitTaGuhDbw5_cSQNBP_s0lm5qYWUwcwV2F00MVHjqfu2sUBVyQgk